El Príncipe Guillermo y la Princesa Máxima de Holanda han sido acusados por un diario de dicho país de realizar transacciones financieras en paraísos fiscales al vender una residencia en Mozambique.
Al parecer, los pagos de la pareja fueron para la construcción de dicha mansión veraniega y parte de los honorarios de la inmobiliaria depositados en la isla de Jersey, ubicada en el Canal de la Mancha, considerada como paraíso fiscal.
Un comunicado del servicio oficial de prensa de la Casa Real asegura que los Príncipes «no cometieron ningún delito fiscal ni financiero debido al método de pago empleado» y que «respetaron todas las normas y reglas internacionales y no han tenido ningún tipo de beneficio fiscal» por dicha transacción.
Por su parte, una comisión del Parlamento holandés exigió hoy al Primer Ministro holandés, Mark Rutte, que en el plazo de una semana aclare, con datos, si Máxima y Guillermo evadieron impuestos.
En el 2009, la pareja fue criticada por la prensa de haber construido dicha residencia en tiempos de crisis en Europa, más aunado al hecho de que se decía que se trataba más de un ‘capricho real’ y de un ‘despilfarro’ de dinero de contribuyentes holandeses.
Debido al escándalo el Príncipe informó que vendería la mansión una vez terminadas las obras.
«El debate (sobre la mansión) cuesta demasiado tiempo y energía, los cuales en medio de esta situación (de crisis) podrían ser invertidos en otras cuestiones», afirmó Guillermo tras regresar junto a su mujer de un viaje a México a fines de 2009.
Los datos sobre esa transacción financiera, que conocían miembros del Parlamento holandés, habían quedado en secreto por pedido expreso del entonces Primer Ministro del país, Jan Peter Balkenende.
Fuente: Reforma.com
Publicada: 9 de junio de 2011.