Una de las reformas fiscales más grandes en los últimos 30 años fue propuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La propuesta se trata de ofrecer recorte de impuestos para la mayoría de los estadounidenses.
Este nuevo plan ha generando críticas ya que se dice que se trata de un beneficio para todos los ricos y para las empresas. Esto podría sumar miles de millones de dólares al déficit.
De acuerdo con Trump, esta propuesta ayuda a la clase trabajadora, debido a la creación de empleos para ese sector.
Por su parte, los republicanos planean reducir las tasas de impuesto a la renta de las compañías, recortar impuestos a pequeñas empresas, bajar la tasa máxima para las personas y eliminar algunas exenciones tributarias, como la que beneficia a contribuyentes en estados dominados por los demócratas donde se pagan altos impuestos.
«Va a ser algo especial», dijo Trump y además será «esencialmente el mayor recorte de impuestos en la historia de nuestro país».
El plan contenía pocos detalles sobre cómo se va a pagar por los recortes sin aumentar los déficits.
Trump dijo que con esta propuesta él no obtiene algún beneficio. «Creo que hay muy pocos beneficios para las personas ricas».
Los legisladores han eludido una amplia reforma tributaria durante décadas. La última fue aprobada en 1986.
La propuesta reduciría la tasa máxima para individuos a 35% desde un 39.6%, pero también casi duplica la deducción estándar, una cantidad fija de ingresos exenta de impuestos, para todos los contribuyentes.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que la meta de la reforma fiscal es que los «estadounidenses reciban el nuevo año con un nuevo sistema fiscal».
«Es ahora o nunca» y recordó la última reforma tributaria de gran aporte en 1986 durante la presidencia del también republicano Ronald Reagan.
Por otro lado el mandatario de los Estados Unidos prometió convertir al país en el país desarrollado con menor carga fiscal para las empresas.
De acuerdo con Nancy Pelosy, jefa de los demócratas en la Cámara de Representantes «esto no es una reforma fiscal, es un regalo a los más ricos pagado por la clase media».
