En una industria en la que la corrupción entre las autoridades gubernamentales y las empresas es el pan de cada día, la compañía de transporte ADO asegura que ser ‘derecho’ sí es redituable.
Ya sea con la reducción en la tasa de accidentes o con la preferencia de los clientes, la realidad es que aplicar cero tolerancia a la corrupción, o sacrificar parte de las ganancias a cambio de tener menos accidentes de tránsito, ha funcionado a ADO, aseguró Agustín Irurita, consejero de la empresa.
«Veíamos que siempre le iba mejor al que transaba, siempre la competencia fue ventajosa», indicó el directivo.
«Veíamos que, en especial en el sector en el que nos encontramos (transporte), la autoridad se movía con regalos y a mi eso no me gustaba», agregó.
Por eso, refirió Irurita, la empresa aplicó una política de cero «mordidas», aunque llevara más trabajo y tiempo realizar trámites y permisos ante el Gobierno.
«Tomamos la decisión de no corromper, aunque a veces liberar un camión (relacionado con un accidente de tránsito) tardaba 1 mes, pero si dabas dinero tardaba 10 minutos», indicó.
Incluso, bajo el riesgo de perder clientes, ADO prefirió optar porque sus choferes manejaran a velocidades moderadas en sus camiones, pues la tasa de accidentes era alta.
«En esta industria, quien llega primero es el mejor. Trabajamos en cambiar esa cultura con nuestros empleados, y también nos acercamos con las autoridades para que hubiera multas más severas por exceso de velocidad», aseguró.
Otra medida aplicada por la empresa fue la de la solidaridad en tiempos difíciles para sus clientes, como lo fue en caso de ciertos desastres naturales que afectaban las condiciones de las carreteras.
Recordó que hace muchos años, tras un huracán que pegó en la carretera que conectaba a Poza Rica con Veracruz, recorrido que normalmente lleva 300 kilómetros, por las afectaciones llevaban mil 400 kilómetros.
«Decidimos cobrarle a los clientes sólo los 300 kilómetros, pues era una situación de emergencia», explicó.
«A muchas empresas de la competencia les fue muy bien en ese momento, porque cobraron por el recorrido completo, por los mil 400 kilómetros».
Sin embargo, pasada la emergencia los clientes de ADO le «pagaron» la solidaridad a la empresa, pues mejoraron sus ventas, aseguró Irurita.
Un ejemplo más fue la calidad de vida de los empleados, dijo Irurita.
ADO opera con jornadas de trabajo en las que los choferes pueden regresar a su casa y descansar por lo menos dos días a la semana.
Fuente: Negocios Reforma
