La necesidad de innovación y reinventación constante que exige el mercado dentro de empresas y organizaciones de todo el mundo ha despertado en las compañías cada vez más interés por atraer y retener talento joven. El diseño de las oficinas, los horarios flexibles e incluso los modelos de capacitación se han transformado para responder a las necesidades de la generación del milenio, pero ¿qué hay de las personas de mayor edad que pueden ofrecer muchos años de experiencia a la organización?
Los trabajadores mayores que se acercan o se encuentran ya en la edad tradicional de jubilación de 65 años son el segmento de mayor crecimiento en la fuertza de trabajo a nivel global. El fenómeno del envejecimiento demográfico se acelera considerablemente con el paso de los años debido a un aumento en la esperanza de vida y una importante reducción del número de nacimientos por año, por lo que pronto, las empresas tendrán que adaptarse a nuevos cambios en el mercado laboral.
Aquellos empleadores que requieran contratar colaboradores cualificados, motivados con disciplina y experiencia, pronto tendrán que dejar de ignorar a los adultos mayores y para lograrlo será necesario que comiencen a integrarlos en un lugar destacado de su lista de stakeholders y a gestionarlos de forma adecuada.
De acuerdo con información de Harvard Business Review, al rededor de tres cuartas partes de las personas en edad de jubilación tienen el deseo de continuar trabajando y la capacidad de hacerlo, sin embargo, sólo alrededor de un cuarto de ellos realmente lo hacen. Algo les impide continuar con sus actividades laborales, y es en su mayoría un problema de los empleadores.
El profesor de Management en Wharton School, Peter Cappelli, asegura que involucrar a los adultos mayores en la misión y el trabajo diario de la compañía no debería recultar una tarea difícil, ya que son relativamente pocos quienes buscan desempeñarse en el marco laboral por necesidad, por lo que generalmente cuentan con una actitud realmente positiva y pueden convertirse en tus mejores aliados para generar sonrisas dentro de la organización.
Los adultos mayores que buscan continuar trabajando casi siempre buscan sentir que pueden seguir contribuyendo a su comunidad y estan comprometidos con ello, por lo que transmiten su experiencia a los trabajadores más jóvenes y por lo regular dejan el salario en segundo término, aunque esto no quiere decir que las empresas no deben recompensarlos de forma justa tanto a nivel económico, como emocional.
Entonces ¿por qué no estamos viendo más adultos mayores en las organizaciones? Cappelli, asegura que este fenómeno se debe principalmente a la discriminación, ya que hay una enorme tendencia por rechazar los puntos de vista de personas mayores incluso más que el de otras minorías, incluyendo a mujeres. Para ejemplificar sugiere que el adjetivo «experimentado» con frecuencia evoca una respuesta positiva, hasta que comienza a ligarse con palabras como «viejo», que se encuentran plagadas de estereotipos.
Sin embargo, enfrentar el miedo es otro desafío realmente importante. Muchos supervisores jóvenes tienden a enfrentarse al reto de interactuar con colaboradores de mayor edad y mucha más experiencia que ellos, por lo que suelen evitarlo; así que ¿por qué no aprovechar su conocimiento? Logralo depende completamente de los líderes.
Por otra parte, recompensar a estos colaboradores y mantenerlos motivados puede parecer realmente complicado, ya que a diferencia del resto del personal no se encuentran temerosos de ser despedidos y no presentan gran interés en promociones o recomensas futuras, por lo que es necesario identificar aquello que los mentiene comprometidos.
Por supuesto esta tarea comienza escuchándolos como al resto de tus stakeholders, pero también reconociendo y aprovechando su experiencia que es frecuentemente ignorada por las personas en su entorno. Incorporarlos como consejeros o asesores y generar una cultura de apoyo con los supervisiores jóvenes puede ser un excelente lugar para comenzar.
