Información disponible a agosto de 2011 muestra que las aerolíneas nacionales e internacionales que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) mantienen un adeudo de alrededor de 600 millones de pesos con la terminal aérea.
La mayor parte del adeudo, más de 422 millones de pesos, proviene de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), según consta en un documento entregado por el AICM a Excélsior.
Otra parte relevante de la deuda proviene por la renta y consumo de servicios, que asciende a 119.4 millones de pesos.
Por servicios aeroportuarios en general, el pasivo es de 42.8 millones de pesos, además de 6.4 millones por servicios de revisión de equipaje, incluso se suma un adeudo de 67 pesos por energía eléctrica.
Ante la posibilidad de que se presentara información detallada sobre el monto que adeuda cada una de las aerolíneas, el AICM argumentó que dicha información afectaría a las aerolíneas contra sus competidores, ya que al ser, en su mayoría empresas privadas, reflejarían el valor de sus activos a otras aerolíneas.
La información del AICM muestra que la empresa Mexicana de Aviación mantiene un adeudo aproximado de 65 millones de pesos únicamente por los servicios de mantenimiento (MRO), división que sigue operando.
La empresa Aviacsa adeuda 23 millones de pesos, pasivos que no le ha permitido retomar el vuelo, incluso después de que consiguió un acuerdo con sus acreedores para salir del concurso mercantil en el que aún se mantiene, al igual que Mexicana.
Dinero esencial
Raymundo Tenorio, investigador del Tecnológico de Monterrey, asegura que el hecho de que las aerolíneas no paguen a tiempo a los operadores aeroportuarios es una injusticia para los pasajeros, puesto que los usuarios pagan sus boletos de avión e incluye los costos que el AICM deja de captar.
«Las aerolíneas no quieren ser transparentes en el flujo de sus recursos, por ejemplo: triangulan el dinero que entró de los usuarios alas agencia de viajes y de ahí a las aerolíneas.»
Informó además que en promedio, la cartera vencida de las aerolíneas con los aeropuertos supera los 90 días, salvo excepciones como la de Mexicana de Aviación y Aviacsa, muy por encima de un promedio saludable de 30 días que deberían de tener.
«Llamémosle como es, se trata de «jineteo» de dinero por parte de las aerolíneas, lo que impacta a su vez en el flujo de los aeropuertos», aseguró Tenorio.
Por su parte, Víctor Valdés, especialista en aeropuertos de la Universidad Anáhuac, explicó que el TUA es un impuesto que representó más de 50 por ciento de los ingresos de una terminal, por lo que contar con esos flujos al corriente, resulta fundamental para cualquier aeropuerto en el mundo.
Fuente: Excélsior, Dinero, p. 5.
Por: Atzayaelh Torres.
Publicada: 7 de diciembre de 2011.