La situación de la población afroamericana en Estados Unidos ha llegado a niveles preocupantes. La tasa de desempleo entre la población blanca es de 4.4%, entre los afroamericanos es más del doble, 9.2%.
Es ya un hecho aceptado que la tasa de desempleo afroamericana es «siempre» el doble que la de los blancos. Así ha sido por décadas, desde que el gobierno comenzó a llevar estas estadísticas desagregadas por raza.
Había esperanza de que la elección del presidente Barack Obama pudiera marcar el comienzo de una nueva era. Si una minoría podía ocupar el cargo más alto del país, seguramente otros hitos podrían y tendrían que llegar.
Y ha habido otros parteaguas, Viola Davis acaba de convertirse en la primera mujer negra en ganar el premio Emmy como actriz principal en un drama. Beyonce y Jay-Z son una de las parejas más poderosas del entretenimiento, y directores ejecutivos negros como Arnold W. Donald, de la compañía de cruceros Carnival, dirigen negocios prósperos.
A pesar de estos logros de alto perfil, la brecha laboral entre blancos y afroamericanos no se está cerrando.
La brecha racial
Recientemene Estados Unidos publicó el último informe en materia de empleo. Algunos artículos de prensa celebraron la noticia de que la ratio de empleo negro tocó un máximo de 7 años. En otras palabras, más afroamericanos están trabajando de nuevo.
Pero ese reciente aumento del empleo no ha hecho nada para disminuir la disparidad entre los trabajadores blancos y afroamericanos. De hecho, según se miren los datos, es cada vez peor.
«La brecha racial en el desempleo es un profundo índice del grado de discriminación laboral en los mercados laborales de la nación», advirtió William Darity Jr, profesor de la Universidad de Duke y director del Samuel DuBois Cook Center on Social Equity.
Por cada dólar que ganan los trabajadores blancos, los afroamericanos reciben 62 centavos de dólar.
La población negra no sólo tiene dificultades para conseguir trabajo, lucha por recibir la misma paga que sus pares blancos. Los hogares negros ingresan alrededor de 62 centavos de dólar por cada dólar que ingresa una familia blanca. Eso ha sido así desde la década de 1960.
Menos ingresos significan menos dinero para gastar en atención médica, educación o emprender un negocio.
Hay varias explicaciones para este hecho, algunas apuntan a que más afroamericanos tienen antecedentes penales o que menos tienen títulos universitarios.
Estas son las barreras, pero incluso los afroamericanos con títulos van a la zaga.
La constante de que la tasa de desempleo sea dos veces mayor entre afroamericanos que entre blancos se mantiene en todos los niveles educativos, desde el básico hasta maestrías y doctorados, las personas de raza negra son doblemente más propensas a estar desempleadas.
De hecho, los afroamericanos con educación universitaria tienen más dificultades para encontrar trabajo que los blancos que ni siquiera han terminado el bachillerato.
Las familias blancas tienen 12 veces la riqueza de las familias negras
Si los afroamericanos tienen más dificultades para encontrar trabajo – sobre todo empleos bien remunerados – tal vez no sorprenda que no puedan ahorrar y acumular mucha riqueza.
Parte del sueño americano suele ser comprar una propiedad, y poder heredar esa vivienda o algo de dinero a hijos o nietos para apoyarlos. Aquí también la disparidad entre la riqueza de las familias blancas y de raza negra es grande.
Históricamente, las familias blancas han tenido siete veces la riqueza de las familias afroamericanas. Pero en años recientes -en 2013- esa diferencia ha crecido, el patrimonio de las familias blancas supera en 12 veces el de las familiasde raza oscura.
La típica familia blanca tiene una riqueza de unos 134,000 dólares, mientras que su contraparte afroamericana tiene 11,000 dls.
Los empleos para afroamericanos, tema de campaña para las elecciones de 2016
El sustento y el trabajo de los ciudadanos negros han ganado relevancia en las campañas políticas.
Como presidente, la tarea de Barack Obama cuando asumió el cargo fue tratar de sacar al país de la Gran Recesión. Pero a medida que la economía mejora, la atención se está desplazando hacia los que se han quedado razagados.
Hillary Clinton se comprometió a «hacer más para abrir las puertas.» «Tenemos que conseguir mejores empleos», dijo recientemente la candidata demócrata en Carolina del Sur. «Y necesitamos, en mi opinión, un esfuerzo dirigido a las personas y comunidades que hasta ahora no han tenido los beneficios de la recuperación.»
Los republicanos también han hablado de la necesidad de que más personas gocen de los beneficios económicos del país. Ted Cruz ha usado como ejemplo a una madre soltera afroamericana de Chicago, Sabina Loving, para representar a la población que defiende.
«Tenemos que cambiar la economía de las personas que están en dificultades», dijo Cruz.
Fuente: CNN Expansión