¿Por qué leer esta nota?
Mucho se ha hablado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la forma en que gobiernos, empresas y organizaciones luchan por alcanzarlos, pero ¿para qué? La respuesta está en las nuevas generaciones y nuestra responsabilidad de entregarles un mundo mejor del que hemos encontrado.
Los ODS no solo protegen al planeta del impacto negativo de los seres humanos, también buscan garantizar los derechos de la infancia. Así es como lo explica Javier Martos, Director Ejecutivo de UNICEF Comité Español, en esta carta publicada por Informaria Digital. Transcribimos a continuación.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es la mejor opción que tenemos para brindar soluciones a los problemas que enfrentan los países del mundo: pobreza, desigualdad creciente, colapso climático-ambiental, degradación de la calidad democrática y de los derechos humanos, desplazamientos forzados, retrocesos en la igualdad de género y conflictos e inestabilidad política. En todos estos escenarios están en juego las vidas y las oportunidades de millones de niños y niñas.
Desde UNICEF Comité Español trabajamos con la convicción de que la Agenda 2030 supone un cambio en la concepción del desarrollo sostenible y una oportunidad política para España.
La Agenda incorpora de manera prioritaria los derechos de los niños y niñas, derechos que están en el corazón de este plan de acción, de este movimiento global a favor de las personas, el planeta, la igualdad y la prosperidad.
Dos años después de su aprobación por parte de España, la implantación de la Agenda 2030 requiere del liderazgo de los gobiernos, central y autonómico, y del papel relevante del Parlamento. Así se lo hemos trasladado al propio Gobierno de España con ánimo de que este liderazgo se sitúe al más alto nivel y sea encabezado desde la Presidencia.
En un país como España, con diferentes niveles competenciales, las administraciones autonómicas y las entidades locales juegan un rol primordial en este tema. Gran parte de los desafíos en la implementación de la Agenda dependerán de la dotación de servicios públicos clave y una adecuada coordinación con los otros niveles de la Administración. El enfoque de abajo hacia arriba puede ser un instrumento primordial para avanzar en el desarrollo sostenible y así lo estamos impulsando desde nuestro programa Ciudades Amigas de la Infancia. A día de hoy, más de seis comunidades autónomas y ocho ayuntamientos han adoptado medidas para iniciar el proceso de desarrollo de la Agenda 2030 en sus respectivos ámbitos de actuación.
En este sentido, tanto los presupuestos generales del Estado, como los presupuestos autonómicos y locales, deberán acometer una inversión social generosa: ámbitos como la protección social, la salud y la educación son clave en la consecución de estos objetivos.
Todo esto significa contar con una estrategia nacional y una hoja de ruta. Para contribuir a su puesta en marcha, UNICEF colabora con Oxfam Intermón y WWF España e incluso publicamos el año pasado una propuesta de indicadores como guía para su implementación.
Por las múltiples dimensiones de su alcance, la Agenda 2030 es un proceso global que nos implica a todos. Y entre todos debemos sumar.
En UNICEF creemos firmemente en el poder e impacto de las empresas en la garantía de los derechos de la infancia. Sabemos que solos no podremos alcanzar las metas propuestas, por eso consideramos imprescindibles las alianzas con todos los actores clave y las empresas.
Para aquellas empresas que se preguntan cómo contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cuál es su papel, nuestro mensaje es que su contribución debe hacerse desde su propia actividad empresarial; y les pedimos que conozcan el impacto de sus operaciones en los derechos de la infancia, lo evalúen y establezcan objetivos de mejora dando a conocer los resultados.
Para que la contribución de las empresas sea sostenible, eficiente y agregue valor, es fundamental pasar al diálogo plural en el que deben intervenir, entre otros, los empleados, la competencia, las organizaciones sociales, las autoridades y las comunidades. Considerar la Agenda 2030 dentro de la estrategia de una empresa es una decisión acertada, ya que podrá demostrar su impacto en el planeta y en las personas, mejorando su reputación y accediendo a nuevas oportunidades de negocio.
Estas medidas y propuestas suponen un cambio de rumbo y, para ello, estamos aportando todos nuestros esfuerzos. La Agenda 2030 representa una nueva forma de concebir el diseño de las políticas públicas, los presupuestos, la actividad empresarial y, en definitiva, de entender el desarrollo, que nos atañe a todos.
Javier Martos
Director Ejecutivo de UNICEF Comité Español