Agentes de origen latino denunciaron al Departamento de la Policía de Los Ángeles (LAPD) por considerar discriminatoria una orden emitida, en la que se prohíbe hablar español en el área de trabajo.
La demanda contra la supuesta orden «Don’t speak Spanish» (no hable español) interpuesta hoy contra la ciudad de Los Ángeles, alega que en noviembre de 2013, la teniente Kristine Kenney, a cargo de la División Foothill del LAPD en el Valle de San Fernando, emitió dicha orden que no permitía hablar español en la sección de detectives.
Activistas de distintas organizaciones han reaccionado hoy en contra de estas políticas, que las consideran un «ejemplo de la discriminación» que sufren en esta comunidad los latinos, tal como declaró a Efe el portavoz de Unión del Barrio, Ron Gochez.
“La orden está motivada por el «prejuicio y una hostilidad» hacia sus subalternos no anglosajones”
El abogado demandante Joseph Scully, declaró que al menos 8 de los detectives afectados son de origen hispano. Entre los países se incluye México, Centroamérica y el Caribe.
La demanda, encabezada por el detective Mario Santana, sostiene que la orden dada por la teniente está motivada por el «prejuicio y una hostilidad» hacia sus subalternos no anglosajones, de los cuales la mayoría llevan más de 20 años trabajando en el LAPD.
Scully aclaró a Efe que el detective Santana siguió los procedimientos para objetar la orden dentro del mismo departamento.
Piden se les ofrezca disculpas
El objetivo de la demanda, explicó Scully, es obligar al LAPD a «repudiar» esta orden y a «pedir disculpas» a los funcionarios y a la comunidad afectada por esta política, además de restablecer al detective en su puesto y castigar las represalias que se tomaron contra él cuando interpuso la demanda.
Hasta la fecha el LAPD no ha respondido a la demanda y se negaron a hacer comentarios por tratarse de un litigio en curso.
Con esta orden, el Departamento de Policía de Los Ángeles habría violado el Código 12951, de la Ley de Igualdad en el Empleo y la Vivienda en California, que dice que un empleador no puede prohibir ningún idioma en el lugar de trabajo, a menos que pueda probar que dicha restricción es necesaria para la seguridad del departamento.
Para Scully, la orden no tenía nada que ver con la seguridad del departamento y están dispuesto a demostrarlo en la corte.
En el 2005 el exagente del LAPD, Ralph Ruiz, obtuvo una compensación de 550.000 dólares, después de ganar un litigio similar, dónde habría sido discriminado por su origen hispano.
Fuente: Univisión Noticias