Hace 15 años, cuando se implementó el horario de verano, el ahorro de energía representaba el 7.5 por ciento del total del consumo, y ahora significa sólo el 0.6 por ciento, según mediciones del Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE).
Dicha situación obedece a que los objetivos del programa estuvieron más enfocados a evitar la coincidencia de mayor demanda entre los sectores industrial, comercial y de servicios de un lado, y el residencial del otro, al desplazar una hora el horario.
Pablo Mulás, investigador del IIE, entidad que ha medido el impacto del horario de verano en los últimos años, dijo que la principal aportación es la menor demanda de energía para iluminación, aunque consideró que es una pequeña porción en relación a la demanda total.
Sólo en el último año, el horario significó ahorros por mil 400 millones de kilowatts-hora, según cifras preliminares de la Secretaría de Energía.
La dependencia realizó un balance de los últimos 10 años de aplicación del horario de verano en el que concluyó que el impacto es mínimo en comparación con otras medidas de eficiencia energética y cambio de normas.
Mientras el ahorro de energía por la aplicación del horario de verano creció 56 por ciento en una década, la sustitución de refrigeradores, aires acondicionados y focos incandescentes arrojó ahorros de 400 por ciento.
Así, la energía evitada por la aplicación del horario de verano, dentro de la suma de programas de eficiencia energética disminuyó de 8.2 a 6.2 por ciento en 10 años, aunque este comportamiento es similar al de un grupo de 86 países que actualmente aplican esta medida, según la Agencia Internacional de Energía.
El horario de verano 2011 entra en vigor en México el próximo domingo 3 de abril.
Fuente: Reforma, Negocios, p. 1.
Reportero: Alma Hernández.
Publicada: 28 de marzo de 2011.