«Nos compartimos lo que podemos, con lo que tenemos al alcance, compartimos todo, el poder platicar con la compañera (que no recibe visita), un poco de champú, tal vez la mitad de un jabón, compartir tu tiempo y las cosas, lo que tú tienes».
«Hay compañeras que no tienen visita y ahí se ejerce violencia, como mujer te castigan, es así de ‘cometiste un error y arréglatelas como puedas’”.
Ellas son Sofía y Norma; dos de las más de 400 mujeres privadas de la libertad en el penal de Chiconautla, Ecatepec, Estado de México y son parte del 95 por ciento de las mujeres en reclusión que han sido abandonadas por sus familiares, acción que las revictimiza.
Reinserta, La Cana y la Red Nacional de Refugios sostuvieron un diálogo con mujeres privadas de la libertad, desde el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Ecatepec, para convocar a las mujeres del país a unirse en colectivo e inundar las redes sociales usando el hashtag #Aisladasperonosolas este 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, con el objetivo de propiciar la igualdad sustantiva y que se retomen los círculos de apoyo entre mujeres.
Asimismo, Saskia Niño de Rivera, Presidenta y Co-fundadora de Reinserta, y Mercedes Becker, Co-fundadora y Directora de Salud Mental de La Cana, sostuvieron un diálogo con cuatro mujeres privadas de la libertad desde el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Ecatepec. En este, hablaron sobre sus historias y experiencias de violencia de género en momentos donde se ha presentado una pérdida de la libertad.
“Lo que estamos buscando es posicionar y entender que la justicia no es sinónimo de venganza. Las acciones que tomamos en la vida también son circunstanciales al entorno en el cual nos movemos. Hemos estado en muchas prisiones, escuchado muchas historias de mujeres en ellas, y todas tienen un común denominador: la normalización de la violencia en su vida”, señaló Saskia Niño de Rivera, quien también recordó que todos los días en el país 11 mujeres son asesinadas y desaparecen 26 niñas y mujeres.
Por su parte Mercedes Becker llamó a entender y vivir la sororidad para romper con los patrones de violencia que enfrentan las mujeres en la sociedad. Las cuatro personas privadas de la libertad que participaron en el evento coincidieron en que a lo largo de su vida fueron víctimas de violencia, destacando la ejercida por sus parejas sentimentales y familia nuclear.
Además, enviaron palabras de aliento a otras mujeres que se encuentran aisladas durante la pandemia de COVID-19 y quienes han perdido o no pueden recurrir a sus redes de apoyo.
Sofía G., mujer privada de la libertad, relató que “en mi familia la voz y voto la tenía mi papá. Cuando yo hice mi familia, la última palabra la tenía mi esposo. Lo que yo opinaba no tenía gran valor, él decidía. Ahora estoy pagando una condena por haber seguido el patrón de que él es quien tiene la última palabra y que mi mundo se termina si no estoy con él”.
Como parte de la campaña, integrantes de las asociaciones acudieron también al Centro de Reinserción Social Femenil en General Escobedo, Nuevo León, y sostuvieron actividades de diálogo y reflexión con las mujeres privadas de la libertad, con el propósito de conocer sus historias respecto a la violencia de género, cómo manejaron la situación en la que se encontraban y qué consejo darían a otras mujeres. Por otra parte, se les invitó a realizar sus propias pancartas con mensajes de apoyo para otras mujeres, así como sus propias consignas que llamaban a la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas, dicha actividad también fue realizada por mujeres sobrevivientes de violencia que se encuentran transformando su vida en los refugios.
Por último, Reinserta, La Cana y la Red Nacional de Refugios invitan el próximo miércoles 10 de marzo al Webinar: “Acercamiento a la justicia de mujeres en situación de violencia”, en el que participarán servidores públicos y otras organizaciones. Estas organizaciones reafirmaron su compromiso de apoyar a las mujeres en situaciones vulnerables y que necesitan de nuestra protección a través del reconocimiento entre iguales y trabajo con la población privada de la libertad y mujeres en Refugios para lograr un México más seguro.