La Comisión Nacional Forestal (Conafor) modificó las reglas de operación del plan de reforestación Proárbol; principalmente en la distribución y destino de los recursos del programa. La dependencia creó nuevos candados para la distribución de pagos con el fin de evitar obras inconclusas y para promover la continuidad de los proyectos.
Las nuevas disposiciones establecen que únicamente se apoyarán proyectos ubicados en áreas determinadas con criterios técnicos por la Conafor.
Además, la comisión apuesta a la diferenciación de apoyos, para esto tipificó los distintos niveles de desarrollo productivo de los silvicultores, con el fin de hacer una aplicación más equitativa de los recursos en las actividades productivas.
Con ello, de acuerdo con la dependencia, este programa lleva inversión a las zonas de más alta marginación del país, usualmente ubicadas en zonas de bosques y selvas, y cumple con el doble objetivo de asegurar la conservación y protección de los recursos forestales y mejorar el nivel de vida de esa población.