América Latina logró, a finales de 2008, alcanzar 85 por ciento del objetivo de reducir su número de pobres extremos a la mitad, y tres países, Brasil, Chile y Perú, lo consiguieron totalmente, según un informe de agencias de las Naciones Unidas.
“Pese al escenario de incertidumbre y volatilidad que ha caracterizado a la región, se vislumbra factible que el conjunto de los países latinoamericanos logre la meta propuesta” de reducir a la mitad en 2015 la pobreza total (actualmente menos de 1.25 dólares al día), según el informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Reducir la pobreza extrema a la mitad en el mundo en 2015 es uno de los ocho Objetivos del Milenio (ODM) que fueron adoptados por los miembros de la ONU en 2000. La pobreza extrema afectaba a unos 71 millones de personas en la región a finales de 2008, y la pobreza en general a unos 180 millones, según cálculos de la CEPAL.
“El balance general para la región es relativamente bueno (pero) hay que avanzar en el combate a la pobreza, más allá de la pobreza extrema”, pidió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se presentó el informe.
Del 20 al 22 de septiembre se reunirán 150 líderes y representantes gubernamentales en Nueva York en una cumbre para debatir los avances en la material.
Regiones como el Este asiático han logrado avances espectaculares, con un recorte de la extrema pobreza que se calcula que podría llegar a 95 por ciento en 2015 respecto a 1990.
Pero en América Latina, la región más desigual por definición de todo el planeta, el paisaje es más contrastado.
“La pobreza tiene rostro de niño, de mujer y de indígena. Ese es nuestro problema, y está muy concentrado”, advirtió.
A pesar de su desigualdad histórica, América latina está logrando avances, gracias al crecimiento económico y a los programas sociales de asistencia innovadores que se han ido implementado, que condicionan la ayuda a ciertas obligaciones de los beneficiarios.
“Por primera vez en la historia de América latina mejoró el coeficiente de Gini”, que es el que se utiliza para medir la desigualdad. Bajó ligeramente, de 0.55 a 0.52, entre 2002 y 2008, explica el texto del informe.
El índice Gini oscila entre cero (máxima igualdad en la distribución) y uno (máxima desigualdad). “Entre los países que lograron esa mejora (están) Brasil, Chile y Bolivia, países que realmente no hubiéramos esperado que tuvieran una evolución tan rápida”, valoró Bárcena.
Uno de cada seis latinoamericanos depende de esos programas sociales de ayuda, como Oportunidades, en México, o Bolsa Familia, en Brasil.
Pero el principal factor de reducción de la pobreza extrema y la desigualdad en la región, más allá de los programas asistenciales, fue el promedio de crecimiento económico, de 4.9 por ciento entre 2003 y 2008, y las remesas enviadas por los emigrantes desde los países desarrollados.
Para el próximo lustro los países con mayor desigualdad requerirán tasas de crecimiento económico considerablemente más altas, advirtió por su parte Heraldo Muñoz, director regional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Fuente: Excélsior; Dinero, p. 9
Publicada: 9 de septiembre 2010