PORTAL IMPULSADO POR LAS EMPRESAS RESPONSABLES:

- Advertisement -
ColumnasFundaciones EmpresarialesAlgunos conceptos en torno a la filantropía

Algunos conceptos en torno a la filantropía

“Yo sabía que era imposible cambiar mi país, Brasil.
Era imposible cambiar mi Estado y mi barrio,
pero pensé que a lo mejor podría cambiar mi calle.”
Paulo Coelho

Por Emilio Guerra Díaz

Aunque usted no lo crea es frecuente que algunas personas confundan el término filantropía con filatelia. Hay una anécdota muy simpática. Un colaborador de una organización cuyo nombre incluye la palabra filantropía, hizo favor de llevar un sobre a una empresa con la instrucción de entregarlo en mano al destinatario. Mientras esperaba la secretaria le hacía plática y le preguntó el nombre de su asociación. Después de oírlo le dijo que con gusto le invitaba a regresar en otra ocasión a esa oficina para que le regalase una pequeña colección de timbres postales que tenía en la casa herencia de un pariente fallecido ya que le daba remordimiento deshacerse y la asociación podría hacer buen uso de ella.

Ciertamente el vocablo filantropía a pesar de tener su origen en raíces griegas y de ahí pasase al latín para llegar a su incorporación a las lenguas romances incluido el castellano, es un término poco usado, referido y por lo tanto no es tan familiar para los hispanoparlantes como algunos otros conceptos que en algunas ocasiones son utilizados como sinónimos, por ejemplo, altruismo, caridad y asistencialismo.

La filantropía se define como amor al género humano, a la humanidad; el altruismo como “diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio”, y es opuesto al egoísmo y otro rasgo es que el énfasis de la acción fraterna se dirige sólo al individuo; mientras que caridad tiene varias acepciones pero una de ellas (fuera de la virtud teologal) que da más sentido a su frecuente utilización en el campo social hace referencia a “actitud solidaria con el sufrimiento ajeno” (definiciones de la Real Academia de la Lengua Española). A esta variedad de términos en el campo de la filantropía viene a sumarse otros más, solidaridad: “adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros” (ídem).

Sin embargo, para dar una mejor connotación de estos conceptos estrechamente vinculados en el trabajo social podemos proponer un ordenamiento de grado sociológico para explicarlos mejor, con una doble finalidad: por un lado orientar a los inversionistas sobre el valor de la inversión que dirigen a las distintas organizaciones civiles y por otra parte ayudar a comprender los distintos puntos de vista que orientan a las asociaciones filantrópicas es en su quehacer cotidiano y como “leen” o interpretan las necesidades sociales que atienden.

Para ello habrá que incluir un concepto adicional: justicia, pero este iría con apellido, justicia social entendida como la posibilidad de que grupos sociales marginados a pesar de que la ley contemple igualdad de derecho, también tendría que ser de hecho, el acceso a todos los satisfactores sociales.

Así, en la propuesta de grado sociológico que aquí proponemos tendríamos un esquema ordenado con las múltiples formas en las que se expresa la filantropía, pero en las que pondremos énfasis solo en cuatro: solidaridad, justicia social, altruismo y asistencialismo (este último como campo donde se revela la caridad).

De tal manera, a la filantropía la entenderíamos como el bien superior, el elemento quinta esencial al que se puede llegar por alguna de las otras manifestaciones de amor a la humanidad. En una definición ampliada, la filantropía busca organizar a las otras expresiones de amor al ser humano para pasar de la acción individual, es decir de acciones fraternas individuales cara a cara, a una acción social para crear condiciones de bienestar social, el bien común, la provisión de servicios que requieren todos para estar en condiciones de igualdad de oportunidades mediante instituciones sociales fuera del gobierno, pero también la preservación del entorno, del medio ambiente. Entonces la Filantropía busca construir capacidades e incidir en la creación de más bienes públicos.

El espectro de las organizaciones sociales que trabajan a favor de los demás pueden entonces estar impulsadas por la filantropía pero toman ciertas características particulares que les hacen diferente tanto en el modelo de intervención como en los servicios que ofrece; la visión del problema y los elementos que los determinan. También estos elementos definirán incluso la forma en la que procurarán recursos.

En primer lugar de nuestro esquema, estarían las organizaciones solidarias. Éstas se caracterizarían por la labor que realizan a fin de acompañar la problemática de otros grupos sociales, las organizaciones que atienden distintos tipos de cáncer, anorexia, bulimia, autismo, etc. son un excelente ejemplo.

En segundo lugar estarían las organizaciones que trabajan inspiradas en la justicia social: su materia prima son obviamente las injusticias por lo que trabajan en derechos humanos, derechos a favor de excluidos y marginados de los beneficios; también la discriminación es materia prima de su labor. A menudo su discurso es combativo, demandante y rijoso; por supuesto enfrentan a la autoridad pública y a la empresa a quienes identifican como responsables de la desigualdad social, aunque esto no sea necesariamente así.

Las organizaciones de la sociedad civil inspiradas en el altruismo forman el tercer tipo. Éstas desean empatar condiciones de bienestar y oportunidades para todos. Con frecuencia son identificadas como de inspiración religiosa, pero en realidad la influencia de las distintas fes dan origen a los cuatro tipos aquí expuestos. Como ejemplo de las organizaciones altruistas destacan en el campo de la educación las asociaciones que ofrecen becas.

Por su parte las OSC asistencialistas trabajan en el campo de la carencia de satisfactores y depende de la rapidez con la que se ofrezcan permitir que los grupos afectados preserven su vida y atiendan necesidades inmediatas. Los bancos de alimentos son un buen ejemplo. Nos solidarizamos con quien no tiene alimento y hay que proveerlo ya porque se corre el riesgo de una tragedia humanitaria.

Lo anterior nos hace pensar que existen entonces, dentro de la filantropía, dos grandes enfoques: los esfuerzos y trabajo que se enfocan a atacar las causas de los problemas (a menudo se asocian con el desarrollo comunitario) y aquellas que atienden los efectos de los problemas (asociadas con el asistencialismo). Para explicar lo anterior tomemos el tema de la pobreza, en particular el tema del hambre y sometámoslo a los cuatro tipos de asociación. Una OSC solidaria convocará a los otros a apoyar proyectos enfocados a superar la pobreza a través de generación de alimentos. Una de justicia social dirigirá su quehacer para garantizar el derecho a la alimentación. Una OSC altruista querrá redistribuir la riqueza para que otros coman y una institución asistencial organizará la brigada para llevar alimentos a quienes no los tiene. La filantropía buscará un enfoque integral.

Finalmente, también se podría abundar sobre algunas distorsiones del concepto filantropía. Así por ejemplo cuando se aplica a personas el término filántropo está correlacionado primordialmente con el acto de donar dinero y se tiene una imagen como de un hombre rico que destina recursos económicos a determinadas causas sociales (el ícono de filántropo se asocia a la caridad, entendida esta como dar algo que me sobra).

Sin embargo, filántropa es cualquier persona que en su quehacer cotidiano también actúa con respeto, valores, principios y desea formar parte de la solución, no del problema social. Como diría John Done, el filántropo está “integrado a la humanidad”. Es una actitud de liderazgo. Es altruista, solidario, caritativo, fraterno, incluyente. Un filántropo también dona tiempo y conocimientos aunque sea identificado como voluntario o mentor. Un filántropo piensa y actúa a favor de bienes superiores para la humanidad y así trabaja todos los días desde su círculo de influencia.

Estimamos que las fundaciones empresariales cuando han definido sus causas sociales podrán entonces estar en mejores condiciones de escoger bajo qué ruta ejercen su filantropía.

Desde el Consejo Directivo

Causó profundo gusto al Consejo Directivo saber que Aracely Arámbula va a crear una fundación para apoyar a madres solteras en su estado natal. Así la bella actriz se suma a Rebecca de Alba, Patricia Manterola y Ana de la Reguera (entre otras mujeres) que están atendiendo diversas causas. Sin embargo el consejero de desarrollo institucional señaló que siempre serán bienvenidas estas iniciativas pero que a su juicio las fundaciones de personalidades y las empresariales tienen un rasgo en común que es necesario superar: tener claro cómo van a obtener sus recursos y cómo los destinarán a organizaciones que son especialistas en esos temas. Recordó que una fundación por lo general no opera programas, sino que financia proyectos. Personalidades y empresas que pretenden realizar actividades de procuración de fondos para sí (o sus fundaciones) entran en un terreno pantanoso. Alguna vez Rebecca de Alba señaló a los medios de comunicación que ella no pretendía usar su imagen para obtener recursos, cuando en ese recurso residen sus posibilidades financieras. En el caso de una fundación empresarial, reiteró el consejero, es ella quien debe destinar un presupuesto de inversión porque va su nombre de por medio.


Emilio Guerra Díaz

Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.

Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR