Desde 2008 ha apoyado 56 proyectos de conservación de los recursos naturales y promovido el bienestar de las comunidades humanas que dependen de ellos
El 4 de noviembre de 2008, WWF y la Fundación Carlos Slim establecieron una Alianza para invertir, en una primera etapa, 100 millones de dólares en la conservación de los recursos naturales de México. Buscando contribuir a los esfuerzos del Gobierno Federal, el 4 de junio de 2009 la Alianza WWF- Fundación Carlos Slim firmó un acuerdo de colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Entre 2008 y 2013 la Alianza y sus socios – entre ellos 47 organizaciones de la sociedad civil, comunidades locales y fundaciones nacionales e internacionales – han apoyado 56 proyectos que abarcan desde programas comunitarios hasta el apoyo a la formulación de políticas públicas para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sustentable de México.
Las líneas estratégicas incluyen conservación de la biodiversidad, inversiones locales, gestión del agua, adaptación al cambio climático, armonización de políticas públicas, fortalecimiento de la sociedad civil, educación y mercadeo social, e innovación financiera.
«Es una iniciativa que se suma al esfuerzo de destacados líderes ambientalistas, científicos, numerosas organizaciones, los gobiernos estatales y el Gobierno Federal – a través de la SEMARNAT – y que ofrece una plataforma innovadora de financiamiento para que los recursos de todos los participantes se multipliquen”, dijo el Ing. Carlos Slim, Presidente de la Fundación Carlos Slim. “Esto ha permitido alcanzar logros importantes como la protección y manejo sustentable de más de 300 mil hectáreas de selva, bosque y desierto por parte de las comunidades locales; el fortalecimiento de la inspección y vigilancia de 1 millón de hectáreas de ecosistemas prioritarios en 43 áreas naturales protegidas federales; el apoyo para disminuir drásticamente la tala ilegal en la zona núcleo de la Reserva de la Mariposa Monarca; el fortalecimiento de las capacidades de 604 brigadistas para la vigilancia y prevención de incendios, así como el impulso a la pesca sustentable, incluyendo la capacitación de 417 pescadores”, agregó.
El Ing. Slim subrayó que, de igual manera, la Alianza promovió el involucramiento de 50 mil estudiantes y 300 profesores en educación ambiental; el fortalecimiento de capacidades de 5 mil ejidatarios, productores, profesionistas y pobladores locales; y la generación de empleos. Actualmente 220 especialistas mexicanos participan en estos trabajos.
Los logros también incluyen la contribución al diseño de 3 planes estatales de acción climática y de medidas de adaptación al cambio climático en 6 de las 18 áreas prioritarias de trabajo de la Alianza, y el monitoreo y conservación de 24 especies (1 mariposa, 2 aves, 9 mamíferos terrestres, 4 mamíferos marinos, 2 tiburones y 6 tortugas marinas). En Cuatrociénegas, una de las áreas prioritarias de la Alianza, se trabaja con científicos de la UNAM y con las comunidades, en particular con los niños, para asegurar la conservación de su sistema de pozas y su biodiversidad, única en el planeta.
“La Alianza, formada en 2008, contribuye a catalizar los esfuerzos de las organizaciones y comunidades locales y ayuda a revertir las tendencias del deterioro ambiental en 6 regiones y 18 áreas prioritarias del país que albergan recursos naturales y culturales importantes para México y el mundo: Desierto Chihuahuense, Mar de Cortés, Arrecife Mesoamericano, Oaxaca, Chiapas y la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca”, dijo Omar Vidal, Director General en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Vidal agregó que “conservar los recursos naturales de México es un reto para todos. En un país en donde casi la mitad de la población vive en condiciones de pobreza, los desafíos no sólo son ambientales sino económicos y sociales. En el modelo que hemos desarrollado con la Alianza participan las comunidades, las autoridades, el sector empresarial y la sociedad civil. Si juntos podemos traducir el cuidado de la naturaleza en bienestar social, habremos avanzado en las metas que nos propusimos”.
En el Desierto Chihuahuense destaca la capacitación de 150 ganaderos en mejores prácticas de trabajo en pastizales, que ha favorecido la conservación de 72 mil hectáreas y la sensibilización de 3,000 niños y maestros de las primarias de Cuatrociénegas sobre la importancia de conservar sus pozas, en particular la denominada El Churince.
En el Arrecife Mesoamericano mexicano los trabajos de la Alianza se centran en mitigar la pérdida de hábitat costero por cambio de uso del suelo mediante la creación de 70 brigadas contra incendios, el apoyo de la cooperativa Orquídeas de Sian Ka’an con 35 mujeres capacitadas como guías ecoturísticas y el establecimiento de una veda de caracol rosado por 5 años para recuperar sus poblaciones.
En Oaxaca los esfuerzos se dirigen a desarrollar capacidades en las comunidades, favoreciendo la consolidación de organizaciones de productores Zoques para el aprovechamiento sustentable de la resina, y a fortalecer la producción y exportación de muebles de madera certificada en la Sierra Norte a través de empresas forestales comunitarias como la Integradora Comunitaria Forestal de Oaxaca.
En Chiapas se apoya el desarrollo de un modelo regional de manejo y conservación de los recursos naturales que promueve el bienestar de la población local en la Selva Lacandona, el cual incluye el impulso a empresas ecoturísticas comunitarias. También se apoya a 719 productores de café de la Sociedad de Productores Orgánicos que aumentaron significativamente su producción de café orgánico y su comercialización en el ámbito internacional.
En el Mar de Cortés se han instrumentado 21 proyectos, generando un grupo de más de 50 expertos en investigación para la conservación de 15 especies marinas amenazadas o en peligro de extinción, además se han capacitado a 90 prestadores de servicios turísticos en buenas prácticas para el avistamiento de ballenas y tiburones ballena, y a más de 200 pescadores en actividades pesqueras sustentables.
En la Reserva Monarca, la restauración forestal mediante una red de 10 viveros forestales comunitarios ha creado 200 empleos permanentes y se establecieron 2 centros de acopio de resina beneficiando directamente a 220 miembros del ejido El Capulín y la comunidad indígena de San Juan Xoconusco, así como a 1,320 personas de forma indirecta.
Comunicado de Prensa