No importa cuan grande o poderoso seas, ninguna empresa u organización puede arreglar el mundo por si misma. Las alianzas en la RSE son excelentes herramientas para ayudarte a lograrlo. Encuentra aliados. Búscalos hasta en el último rincón: en las organizaciones de la sociedad civil, en el gobierno… hasta entre tus rivales si es necesario.
Una alianza estratégica puede aportar valiosos recursos económicos, humanos y hasta experenciales que generen valor a tu plan de RSE. Hacer sinergia con organizaciones afines a tus valores es un excelente camino para maximizar la creación de valor.
Sumado a ello, las alianzas estratégicas te ayudan a crear una red de acciones responsables, en lugar de esfuerzos aislados que tienen un alcance limitado en su impacto. Dos reglas únicas:
- La alineación significativa de intereses y valores.
- Un objetivo común que resulte medible y alcanzable.
Ejemplo de alianzas en la RSE
Dos marcas que parecen muy distintas, pero comparten un objetivo común. Starbucks y McDonald’s. Dos gigantes mundiales multimillonarios. Cada uno con un lugar especial en el corazón de los consumidores, pero que convergen en un espacio importante: la cafeína.
Una buena taza de café tiene el poder de unir a quien sea. Incluso a estos dos competidores que, aunque compitan por el corazón de los consumidores, tienen en común el objetivo de hacer una taza totalmente reciclable y compostable dentro de los próximos tres años.
La noticia llega en medio de la presión a la industria alimentaria por reducir el plástico en sus empaques y particularmente el uso de popotes. Empresas como Boing, Burger King y otras ya han anunciado medidas para deshacerse de ellos o utilizar versiones más responsables, pero no todo se detiene ahí.
Como parte de una iniciativa para reemplazar los popotes en muchas de sus bebidas para 2020, Starbucks anunció el lanzamiento de una nueva tapa.
Juntos, McDonald’s y Starbucks distribuyen un 4% de los 600 mil millones de vasos que circulan en el mundo anualmente. Eso las convierte en dos de las tres cadenas alimenticias más populares del mundo.
Las tazas de estas dos compañías son técnicamente reciclables, pero para todo tipo de cuestiones prácticas relacionadas con la industria del reciclaje, rara vez atraviesan por este proceso en realidad.
Ahora estas dos cadenas han anunciado que planean aprovechar su poder combinado para cambiar la forma en que se fabrican y se desechan todas las tazas de un solo uso. Se trata de un plan sin precedentes en la industria de la comida rápida para mejorar su huella ecológica.
«Hemos estado en esto solos por un tiempo, pero nos estábamos cansando de la incrementalidad» declaró para Fast Company, Colleen Chapman, vicepresidenta de impacto global de Starbucks y encargada de supervisar la sustentabilidad.
La iniciativa conjunta entre Starbucks y McDonald’s lleva por nombre NextGen Cup Challenge e invita a emprendedores grandes y pequeños a desarrollar materiales y diseños que puedan reemplazar las tazas de hoy.
El desafío fue lanzado por Starbucks a principios de este año, de la mano de Closed Loop Partners; ahora, McDonald’s se está uniendo a ella. Los objetivos son claros:
- Identificar y comercializar soluciones de producción de tazas de un solo uso para bebidas frías y calientes, que sean respetuosas con el medio ambiente.
- Asegurar la recuperación de los vasos y el aprovechamiento de la mayor cantidad posible de material mediante el reciclaje y / o el compostaje.
- Minimizar el uso de materia prima.
- Fomentar la reutilización.
Aliados improbables
Para la mayoría de las personas y las marcas quizá parezca extraño que dos competidores se unan para codesarrollar y cofinanciar un proyecto de innovación, en lugar de desarrollar uno propio; pero todos saben que dos cabezas piensan mejor que una y la taza del futuro lo vale.
McDonald’s dice que la mayoría de las cadenas están fabricando vasos con las mismas fibras y plásticos. El empaque puede proporcionar una ventaja competitiva, pero los materiales dentro del empaque no.
La perspectiva es cierta. En el día a día, los consumidores podemos percibir formas, tamaños y colores, pero a menudo desconocemos el material del cual están hechos los productos que compramos. Menos aún sus empaques. Cuando se trata de atacar un problema tan grande, la sustetabilidad necesita ser el común denominador, no el factor de diferenciación. En ese sentido: primero reducir el impacto de la industria, luego encontrar el camino para competir en una carrera mucho más virtuosa.
Primero reducir el impacto de la industria, luego encontrar el camino para competir en una carrera mucho más virtuosa…
«Estamos viendo esto como una oportunidad precompetitiva. Antes de competir de la manera habitual, estamos dando un paso atrás diciendo: ¿Cómo podemos trabajar juntos para resolver un problema grave para la sociedad y el medio ambiente?». Así lo explica Marion Gross, la responsable de la cadena de suministro para McDonald’s en Estados Unidos.
Estas dos marcas entienden que hay ciertas cosas en las que no pueden decir que son competidores. Un ejemplo es el reciclaje; otro la seguridad alimentaria.
«En seguridad alimentaria no hay ventaja competitiva. Todos tenemos que llegar con soluciones y asegurarnos de estar atentos al bienestar público», dice Gross.
Así, mientras Starbucks y McDonald’s compiten por las ventas diariamente, conversan sobre el bienestar del medio ambiente desde hace años. La empresa de hamburguesas ha estado buscando el mejor camino para colaborar en iniciativas de sustentabilidad y la oportunidad finalmente se ha presentado con NextGen.
Dos grandes organizaciones se han unido ya a esta iniciativa y se espera que algunas otras se atrevan a sumarse también. ¿Qué marcas crees que deberían hacerlo? El desafío se lanza oficialmente el próximo mes de septiembre y muchas podrían estar a tiempo de subirse a este barco sustentable.
Los proyectos que resulten premiados ingresarán a un programa acelerador de seis meses y recibirán hasta un millón de dólares en fondos. OpenIdeo estará a cargo de la competencia y las empresas aceleradoras trabajarán incansablemente con los equipos dentro de McDonald’s y Starbucks para asegurar que la mejor solución se materialice en mejores prácticas dentro de la industria.
Y tú ¿cómo imaginas la taza del futuro?