Por: Margarita Nanacatzin Romero Vázquez
Fotos por: Yatzil Simancas Jiménez
La Agenda 2030, que se caracteriza por ser un conjunto de objetivos que incluyen metas globales, mejor conocidos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), busca construir un mundo mejor para las generaciones actuales y futuras, aspirando a la paz, igualdad, justicia y más.
Específicamente, el ODS 17: Alianzas para alcanzar los Objetivos, resulta crucial, ya que hace un llamado a los gobiernos, iniciativa privada, y a la ciudadanía para unir esfuerzos y edificar un desarrollo sostenible.
Una forma de aportar a su cumplimiento, es a través de establecer cadenas de suministro respetuosas con los derechos humanos y el comercio justo. Y uno de los productos en donde se está trabajando al respecto es el café, la segunda bebida más consumida a nivel mundial después del agua, esto de acuerdo con la Organización Internacional del Café.
Anualmente, se consumen casi 10 mil millones de kilogramos, lo que representa una ingesta de 1.3kg por persona en solo 365 días. Además, en las últimas décadas, las y los consumidores responsables han aumentado, lo que se traduce en una preocupación por el origen de los productos que consumen. Su exigencia se ha vuelto constante, empero, la tecnología puede ser una herramienta valiosa para resolver estas inquietudes de responsabilidad social.
El inicio del éxito: Una cooperativa responsable
De acuerdo con el Gobierno de México, la Reserva de la Biósfera del Tacaná es un área montañosa que forma parte de un conjunto más amplio denominado Núcleo Centroamericano, y se encuentra inmersa dentro de lo que se conoce como Corredor Biológico Mesoamericano, región fuente de alta riqueza biológica.
En este espacio, más de 150 pequeños productores de café conforman la Cooperativa de Productores Orgánicos del Tacaná. Todos ellos provienen de 21 comunidades distintas ubicadas en las faldas del volcán Tacaná, justo en el límite entre Guatemala y México. A una altura de 1,500 metros sobre el nivel del mar, se encuentran las plantaciones que constituyen una fuente de ingreso para las familias. Esta es un área natural protegida, por lo que las y los productores han aprendido a trabajar con técnicas que favorecen la conservación del medio ambiente.
La misión de Productores Orgánicos del Tacaná es cultivar, producir y ofrecer a sus clientes un café orgánico y sustentable de alta calidad, cumpliendo con normas nacionales e internacionales, realizando prácticas agroecológicas, tanto en el cultivo como en el proceso de producción, y seguir cuidando y protegiendo la Reserva de la Biósfera en donde viven. Por ello, establecer alianzas que reconozcan sus esfuerzos ha sido crucial en su camino de éxito.
Certificación y seguimiento de la producción
Desafortunadamente, en muchas prácticas agrícolas existen violaciones a los derechos humanos, y una de las principales es la discriminación y el trabajo infantil. Sobre este tema hay un largo camino por recorrer, al cual contribuye el Programa de Certificación Rainforest Alliance (el sello de la rana verde), mismo que hace especial énfasis en la cero tolerancia al trabajo infantil, el trabajo forzado, la discriminación, la violencia y el acoso.
El sello de la rana es un identificador que permite reconocer y elegir productos que contribuyen a construir un futuro mejor para las personas y el planeta. Este confirma que el café de las y los pequeños productores de Tacaná prohíbe el trabajo infantil, cuidando así la integridad de niñas y niños.
Dicha certificación fue una realidad gracias a su compromiso con la naturaleza, y a una alianza que realizó la cooperativa con Fundación Gigante y Restaurantes Toks, en el marco de sus Proyectos Productivos. Este impulso y alianzas han dado pasos firmes, ya que en 2019 la Universidad de Notre Dame se interesó por el tema del café en México, y fue así como se desarrolló SIMBA Chain —Aplicaciones de Blockchain Simplificadas— que es una herramienta tecnológica que permite:
- Validar y garantizar la calidad a lo largo de cada paso de la cadena de suministro del café u otros productos.
- Tener una producción más ética y sostenible para las comunidades agricultoras.
- Hacer transparente toda la cadena de suministro.
En México, Grupo Restaurantero Gigante (GRG) —grupo que lleva las operaciones de Restaurantes Toks, Shake Shack, Beer Factory, El Farolito y Panda Express; y forma parte de Grupo Gigante— de la mano de SIMBA Chain, está apostando por la sostenibilidad y la transparencia en sus cadenas de suministro.
De hecho, Rob Van Es, director comercial de SIMBA Chain, señalaba que blockchain ha existido durante mucho tiempo, pero los aportes de Taylor han permitido que esta tecnología sea más sencilla de operar. Van destaca: «Esta es la razón por la que estamos aquí, en México. Hemos estado en el campo con personas que realmente cultivan café, y vemos que incluso ellos pueden comenzar a rastrear todo el gran trabajo que hacen a través de blockchain«.
En un contexto en donde los reportes de sustentabilidad —informes sobre prácticas sustentables y metas— se vuelven necesarios, y los rankings de Environmental, Social and Governance (ESG) —listados que indican la posición en temas ambientales, sociales y de gobernanza de las empresas— adquieren mayor relevancia para garantizar la veracidad de la información, es imprescindible que la sostenibilidad sea transparente y clara, y en este sentido la tecnología de SIMBA Chain es clave.
En México, como se ha mencionado, Grupo Restaurantero Gigante se apoya en la tecnología de SIMBA Chain. De acuerdo con Bryan Ritchie, director general de SIMBA Chain, esta herramienta colabora con cambiar la forma de vida de los productores: los ingresos que perciben, la educación de sus hijos e hijas. No solo es la sostenibilidad ambiental por sí sola valiosa, sino una sostenibilidad social y una nueva visión de hacer negocios realmente sustentables. «Esto hará la sostenibilidad para ellos, sus familias y sus comunidades… una verdadera posibilidad».
De manera práctica, la forma en la que se da seguimiento al café de los Productores Orgánicos del Tacaná es la siguiente:
- El café proviene de las fincas.
- Las cooperativas pesan el café y miden la humedad.
- El proceso de descarga se reporta y se miden los cambios de humedad del café.
- Se genera un código QR inalterable en la bolsa de café que da cuenta de todo este proceso.
Gustavo Pérez Berlanga, director de Responsabilidad Social GRG, ha destacado la importancia de esta transparencia para las y los consumidores: «El consumidor sabrá el nombre del agricultor y su familia, así de específico. Puedes tomar un capuccino, latte o un café regular, y sabrás exactamente quién lo produce, cuándo, el tipo de planta, la calidad, el transporte, todo el proceso hasta su taza».
Tacaná, historia de un proyecto de café socialmente responsable en Chiapas, México
Por si fuera poco, Pérez vio la necesidad de llevar más lejos este proyecto y comunicar la historia de Tacaná, por lo que con ayuda de editorial proyecto M2050 y Grupo Toks, la plasmó en un libro que tituló Tacaná, historia de un proyecto de café socialmente responsable en Chiapas, México, el cual fue publicado en 2019.
El libro busca mostrar a las personas lo que hay detrás de una taza de café cuando se visita Toks. Además, está ilustrado por fotografías que estuvieron en manos de los fotógrafos Bruno Sánchez y Mélanie Dos Santos, en donde se reflejan los rostros de los agricultores mexicanos.
El proyecto ha llegado a tal reconocimiento que Carlos Vargas, instructor de finanzas sustentables, afirma que en octubre de 2014 se preparó un foro en Harvard para hablar sobre él. Se invitó a distintas personas que representaban toda la cadena de valor del café para dar su punto de vista sobre su experiencia en un proyecto que comenzaba a dar sus primeros pasos.
Mientras que, por su parte, Gustavo Pérez comparte que: «Erradicar la pobreza y crear un modelo de negocio exitoso sin olvidar la parte social y ambiental ha sido la parte más satisfactoria de formar parte de esta iniciativa».
