Desde el 2001, se formó una unión entre las principales cámaras empresariales del país: AliaRSE.
AliaRSE, la alianza de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en México, está conformada por las principales cámaras empresariales para promover una nueva forma de hacer negocios, y hoy más que nunca invitan a ejercer esta responsabilidad frente al COVID-19.
Transcribimos su comunicado más reciente.
Comunicado de la Presidencia de AliaRSE
“Salvaguardar el ingreso de nuestra gente, el respeto irrestricto a la salud de todos y la dignidad de nuestros colaboradores”.
Entramos en la fase 2 de contingencia ante la pandemia del COVID-19. La Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial por México (ALIARSE) suma a todas las empresas y actores de la sociedad a tener presente el capital más valioso, el cual debemos cuidar sobre todo: el humano. La prioridad es construir una relación de confianza y credibilidad con la sociedad, con el gobierno y con todos los sectores involucrados.
México no puede simplemente replicar las medidas de contingencia y estrategias de contención de otros países, pues las poblaciones y la composición de la economía son distintas. En un país con más de 50 millones de pobres y donde más de la mitad de la población económica activa se encuentra en la informalidad, es prácticamente imposible insinuar que la cultura de ahorro, los servicios públicos, las pensiones y los sistemas de salud pública pueden solventar aislamientos prolongados. En ese sentido, es necesario que, como empresarios, mantengamos los códigos de ética y la conducta socialmente responsable. Seamos ejemplo de integridad y ética al cumplir con nuestras obligaciones fiscales y contributivas. Hay que garantizar mayores oportunidades de empleo formal, crecimiento y desarrollo para nuestros colaboradores y sus familias. Es comprensible que las empresas velen por los intereses de sus accionistas, pero debemos anteponer aquéllos de los grupos de interés afectados por nuestras decisiones.
Hay que garantizar mayores oportunidades de empleo formal, crecimiento y desarrollo para nuestros colaboradores y sus familias. Es comprensible que las empresas velen por los intereses de sus accionistas, pero debemos anteponer aquéllos de los grupos de interés afectados por nuestras decisiones.
Más allá de una evaluación de riesgos de salud ante la fase 2, es menester incluir el impacto económico, la protección de los derechos humanos, la responsabilidad social de la empresa y la forma de cuidar su capital humano. No permanezcamos en lo abstracto. El 95% de las empresas mexicanas son micro, pequeñas y medianas. Las compañías grandes deben asumir un compromiso de creación de cadenas productivas, pagar en tiempo y forma a los proveedores y transferir tecnología, a fin de mantener activa la economía. Concretemos estos principios en acciones precisas que sirvan de guía tanto para el sector privado como el público. Adoptemos los lineamientos de responsabilidad social empresarial del Consejo Coordinador empresarial y sumemos esfuerzos a las sugerencias que han hecho al gobierno. Particularmente en esta crisis la creatividad y el sentido social son imprescindibles para diseñar acciones éticas y asertivas orientadas al bienestar de la sociedad completa.
AliaRSE enaltece la obligación moral que tiene el sector privado con la sociedad. Hay que participar activamente en el desarrollo de las comunidades y edificar mejores condiciones de vida para todos los ciudadanos. Independientemente de las medidas de prevención y contingencia, fomentemos la inclusión y la diversidad. Sin importar los efectos de esta pandemia, no dejemos de favorecer la sustentabilidad en nuestras acciones empresariales. Incrementar nuestra conciencia en nuestro entorno y sumarnos a las estrategias nacionales para combatir los estragos económicos del Covid-19 debe ir de la mano de un compromiso social más profundo.
Puntos focales a tener presentes durante la contingencia
- Actuemos en función de nuestros códigos de ética y conducta para que sean nuestra guía en la toma asertiva de decisiones. Seamos socialmente responsables, Busquemos la sustentabilida del negocio con la menor afectación, sobre todo para las MiPyMEs. Procuremos negociaciones y acuerdos que beneficien más a este grupo. Los dueños y directores deberán poner el ejemplo.
- En la evaluación de riesgos debemos incluir la salud, el impacto económico en todos los sectores, el respeto a los derechos humanos y los intereses de todos los grupos de interés.
- La innovación y la creatividad serán herramientas esenciales para convertir los desafíos en oportunidades.
- Todos los sectores, órdenes de gobierno y actores relevantes de la sociedad debemos trabajar conjuntamente en estrategias integrales orientadas a salvaguardar el bienestar de la sociedad.
- Recordemos que 95% de las empresas mexicanas son micro, pequeñas y medianas, y que el 60% de la población económicamente activa pertence al sector informal. Estos dos grupos serán los más afectados. Seamos más conscientes y empáticos para amortiguar los impactos económico y social.
Una vez que las empresas multipliquemos las voces en un llamado unísono, será más fácil conversar con el gobierno para acordar estímulos y alicientes disponibles para quienes se sumen a las estrategias que entre todos los sectores y actores elaboremos. La consciencia empresarial en torno a las MiPyMEs y la economía informal dará confianza y creará sinergias de interés común. Convirtamos el círculo vicioso de idieologías en un círculo virtuoso de acciones y compromisos para alentar el bienestar. En estos momentos somos responsables de lo que hagamos, pero también inexorablemente de lo que dejemos de hacer.
“Tú compromiso hoy, nos dará seguridad de un futuro mejor para todos”, Jaime Santibáñez Andonegui Presidencia ALIARSE.