Grutter Consulting, la única consultora que ha logrado vender bonos de carbono en el mercado internacional y obtener financiamiento para un nuevo sistema de transporte en autobuses, el Transmilenio, de Bogotá, Colombia, fue contratada ayer por el Gobierno del Distrito Federal.
El objetivo es obtener fondos internacionales mediante la venta de bonos de carbono en el mercado formal de Naciones Unidas, al demostrar que la Línea 12 del Metro será un medio de transporte limpio, generador de menores emisiones causantes del calentamiento global.
«Elaboraremos estudios para comprobar que al dejar de hacer varios viajes en microbuses consumidores de gasolina, los usuarios emplearán ahora un solo medio de transporte con una aportación, por pasajero, menor de emisión de gases precursores del cambio climático», expuso el director de Bitsa, David Gutiérrez.
Al comprobarse el beneficio, explicó, la oficina del Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas extiende los bonos que, en este momento, se cotizan en el mercado en un promedio de 12 dólares por tonelada de bióxido de carbono equivalente que dejó de emitirse.
Bitsa es la filial mexicana de la suiza Grutter Consulting, la consultora que logró desarrollar una metodología científica para acreditar que Transmilenio, inspirador de los corredores del Metrobús, redujo los gases emanados por el caos de los microbuses al transformarlos en un sistema de autobuses.
«Registrar un proyecto dentro del MDL es muy complicado, requiere mucho tiempo, recursos económicos y especialistas, así que este convenio que suscribimos con Bitsa nos permite compartir el riesgo, además de que el Gobierno no tendrá que invertir para demostrar el beneficio ambiental», comentó la Secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado.
El director para Cambio Climático de la Secretaría de Medio Ambiente, Oscar Vázquez, comentó que desde su concepción en 2001 el Metrobús fue diseñado para conseguir bonos de carbono, pero ocho años después, apenas en noviembre pasado fue aprobada la metodología para demostrar reducciones de emisiones.
«El Metrobús ha recibido 280 mil euros, pero por la colocación de bonos en el mercado secundario, que tiene una cotización menor al mercado formal del MDL; con el Metro, la intención es ir directo al mercado formal», apuntó Vázquez.
Delgado expuso que entre 2 mil proyectos de diferentes países inscritos en el MDL sólo hay uno aprobado en el sector transporte, el Transmilenio, debido a los requisitos excesivos, por lo que una de las gestiones mexicanas en la Cumbre de Copenhague tendría que lograr facilitar el acceso.
El MDL fue creado en la Cumbre de Kyoto en 1997 y comenzó a operar en 2006, con un esquema por el cual las economías industrializadas compran bonos de carbono para así financiar proyectos de mitigación en naciones emergentes, con lo cual acreditan que compensan sus aportaciones al cambio climático.
Tarea titánica El Gobierno de la Ciudad pretende obtener ingresos al vender bonos de carbono cuando la Línea 12 del Metro esté en operación:· Los bonos se obtienen al dejar de emitir bióxido de carbono equivalente.
· Primero debe demostrar ante Naciones Unidas que tiene derecho a recibirlos, es decir, debe comprobar una reducción real de gases causantes del calentamiento en el planeta.
· Actualmente hay seis proyectos de la Ciudad inscritos para intentar obtener estos bonos verdes, pero ni siquiera el Metrobús lo ha conseguido.
Click sobre la imagen para ampliar