El Municipio de Nezahualcóyotl registra cada mes pérdidas por un millón de pesos por el robo de coladeras, mientras que en la Delegación de Xochimilco «desaparecen» hasta 40 a la semana.
Para remediar este problema, dos ingenieros egresados del ITAM, Alfonso Cabello y Pablo Ramos, diseñaron una nueva coladera que ya no está hecha de acero, sino de caucho de llantas recicladas, que además de ser 30 por ciento más económica, no atrae a los rateros.
Su negocio se llama Ingeniería y Reciclaje Mexicano (Ingremex), empresa dedicada a la recuperación de llantas usadas para fabricar losetas, pisos de seguridad para áreas infantiles, para de gimnasios, superficies de caucho continuas, topes de estacionamiento y alcantarillas a prueba de robo.
De acuerdo con Ingremex, en México cada año se tiran alrededor de 40 millones de llantas, de las cuales 25 por ciento se generan en el Distrito Federal, con lo que tienen garantizada la cobertura de la materia prima para elaborar sus productos.
El negocio surgió hace 3 años, como parte de una tesis de la escuela. Y el objetivo era responder la pregunta que se hicieron estos dos ingenieros curiosos: ¿De qué estaba hecho el piso de seguridad de los gimnasios?
Alfonso Cabello, director general de Ingremex, detalló que en el camino encontraron que el piso de seguridad de las escuelas y algunos gimnasios se hacía con caucho de llantas recicladas, pero que su costo era muy elevado, más 500 pesos por metro, pues era de importación.
«Estimamos que el mercado del piso de áreas infantiles y de seguridad es de 5 mil escuelas y 6 mil gimnasios, los cuales serían nuestros clientes, sólo en el área metropolitana», aseguró Pablo Ramos, gerente de Proyectos de Ingremex.
En el caso de las alcantarillas, Ingremex ya tiene sus primeros clientes: el Gobierno del Distrito Federal, el Municipio de Nezahualcóyotl y la Delegación de Xochimilco, que comprarán las primeras coladeras antirrobo.
Fuente: Reforma, Negocios, p. 1.
Por: Karla Rodríguez.
Publicada: 29 de noviembre de 2011.
