El complicado entorno por el que atraviesa el mundo, en especial México, ha provocado que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se enfrente a diversos desafíos, uno de los más importantes, el relativo al ámbito fiscal, pues incluso en temas de recaudación, ésta podría mejorar “y virar hacía algo más orientado a beneficios sociales si se diera de forma integral con la RSE, pues las empresas podrían tomar mejores decisiones al momento de cerrar una planta, al momento de despedir a su personal, al tomar decisiones de hacer una manifestación de impacto ambiental, que a veces es más costosa que la propia multa”, destacó la especialista en Sustentabilidad, Wendy Santaolaya.
Lamentablemente, el entorno burocrático y de corrupción en el que se encuentra el país frena uno de los orígenes de la RSE, que es la ética; por tanto, éste también es un desafío no sólo del empresario, sino del gobierno y la sociedad.
Remontando a los orígenes de la Responsabilidad Social Empresarial en México, ésta arranca formalmente en el año 2000 cuando el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) otorga el distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR), “desde entonces han existido diversos desafíos, y gracias a éstos, las empresas están consolidando sus estrategias, migrando de la filantropía a una verdadera RSE, en la que atiendan tres elementos fundamentales”, incluyó la también catedrática de la Universidad Anáhuac en Cancún.
Estos tres elementos son:
• Externalidades de sus operaciones en materia ambiental, social y económica, es decir, lo que se genera por la propia operación de la empresa.
• Que las externalidades se alineen a su estrategia de negocios; en caso contrario, no es una estrategia de RSE.
• Incorporar a los grupos de interés directos, sean colaboradores, empleados, accionistas, medio ambiente, proveedores, gobierno, academia, etcétera.
Beneficios de la RSE
En otro orden de ideas y de acuerdo con Wendy Santaolaya, los beneficios de la RSE en la empresa también se clasifican en tres:
• Entorno interno: la empresa logra establecer un sistema de gestión que mejora la calidad, la productividad y el procesamiento de los recursos en todos los sentidos: financieros, humanos tecnológicos y ambientales, este aprovechamiento tendrá que verse reflejado cuantitativamente en las empresas, de otro modo no funciona.
• Entorno externo: mejora la situación competitiva en el mercado, pues actualmente existe un público mas sensible con los productos y servicios que generen un beneficio, más allá de generar un empleo, brinda una fidelidad por parte del mercado.
• Entorno fiscal: se debe trabajar para obtener beneficios por temas de ahorro de energía, por conservación, por brindar mejores condiciones laborales, es un camino pesado, pero se debe perseverar para alcanzar el objetivo, indicó la especialista.
Agenda para el 2017
Finalmente, en cuanto a temas que se abordarán este año en la agenda de la Responsabilidad Social Empresarial, Wendy Santaolaya comentó que “uno de los principales y más fuertes será la función de los energéticos, pues involucra que las personas volteemos a ver qué sucede con los consumos, con la tecnología, hoy en día en el mundo hay tecnología que nos permite hacernos menos dependientes de los fósiles sólo que no estamos empujando las condiciones para que estén en el país, pero hay muchos casos de éxito alrededor del mundo”.
El otro tema que llegará con mucha fuerza, concluyó la especialista, será el del fortalecimiento del consumo local, sobre todo para el mayor beneficio de las comunidades vulnerables del país con el objetivo de disminuir la brecha económica que existe entre las poblaciones.
Fuente: ElEconomista