Los programas sociales en México se implementan a espaldas de los ciudadanos, carecen regularmente de mecanismos de transparencia o rendición de cuentas y son susceptibles de corrupción, clientelismo político e intereses partidistas.
Así lo concluyeron Rodolfo de la Torre, coordinador general de Investigación y Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Eduardo Bohórquez, director general de Transparencia Mexicana.
De acuerdo con De la Torre, a pesar de que ha habido una mejora a raíz de la pluralidad en el Congreso y la alternancia en el Ejecutivo, los grupos clientelares siguen teniendo una «fuerte» influencia en la asignación del gasto público.
Durante la presentación del Informe sobre los Programas y Objetivos del Desarrollo del Milenio en México, el funcionario informó que tras revisar la arquitectura de 825 programas sociales, detectaron que «hay todavía un fuerte sesgo hacia intereses clientelares».
Uno de los principales ejemplos de clientelismo, dijo, es la influencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en asignación de recursos que, al final, no se traducen en mejoras educativas.
«Frecuentemente se habla de la manipulación política, de la debilidad de los programas sociales federales, desde discursos de presidentes de partidos, diputados o senadores señalando a uno u otro programa sobre todo en tiempos electorales.
«Pero lo que ocurre es que a donde tendrían que estar señalando, mirando, cuestionando, es a las entidades federativas, ahí está el déficit de institucionalidad, entonces hay algo de perverso en señalar la paja en el ojo ajeno», añadió De la Torre durante la presentación del Informe sobre los Programas y Objetivos del Desarrollo del Milenio en México.
En tanto, Eduardo Bohórquez consideró que es lamentable que la política social todavía se hace a espaldas del ciudadano.
En la medida que estos programas cuenten con un blindaje institucional basado en la aplicación de reglas de operación claras y mecanismos de control, fiscalización y participación social, habrá menos riesgo de que sean objeto de discrecionalidad o manipulación, advirtió.
En la sede común de la ONU en México, el director de Transparencia también lamentó que en nuestro País no exista un catálogo nacional de programas sociales, lo que hace imposible, dijo, una medición global de resultados de esa política gubernamental.
«Cómo podemos saber qué está funcionando y qué no está funcionando, si no tenemos un sistema homogéneo de clasificación de programas sociales; hoy no sabemos cuántos programas sociales hay en México», expresó.
Evaluación
El Informe sobre Programas y Objetivos del Desarrollo del Milenio en México reporta:
825 programas sociales fueron evaluados.
776 están vinculados a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
63.5% de los programas se vincularon al objetivo de erradicar la pobreza.
Fuente: Reforma, Nacional, p. 10.
Reportero: Antonio Baranda
Publicada: 9 de diciembre de 2010.