En su sentencia, el alto tribunal se refirió a la conducta de Anthony Elonis, un hombre de Pensilvania que utilizó Facebook para colgar canciones de rap que contenían amenazas de muerte contra su mujer, así como comentarios sobre su deseo de disparar o herir a compañeros de trabajo, niños y hasta agentes de las fuerzas del orden.
Uno de los comentarios que profirió contra su mujer decía: “Hay una forma de quererte, pero hay mil formas de matarte. No voy a descansar hasta que tu cuerpo sea un desastre, empapado en sangre y muerto por pequeños cortes”.
La Fiscalía logró que lo condenaran al considerar que despertar miedo y ansiedad en las personas contra las que profería amenazas debería ser suficiente para mantener la condena, más allá de cuáles fuesen las verdaderas intenciones del acusado.
Sin embargo, siete magistrados de nueve consideraron que los comentarios del acusado eran bromas protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que defiende el derecho a la información y la libertad de expresión. De esta manera, el fallo revocó la pena de cárcel a la que había sido condenado Elonis, al considerar que las letras de las canciones eran “ficticias” y no pretendían representar amenazas reales.
Sí al “hiyab”. El Supremo se pronunció ayer también a favor de los derechos laborales de una mujer musulmana que no obtuvo un empleo en la firma de moda Abercrombie & Fitch por presentarse a una entrevista de trabajo con un “hiyab” (velo islámico) de color negro.
Con ocho votos a favor y uno en contra, los jueces del Supremo sentaron jurisprudencia sobre la protección de la libertad religiosa y los derechos laborales de las personas que, por sus creencias religiosas, requieren un tratamiento especial a la hora de ser entrevistados para un empleo.
Fuente La Crónica