Pese a la complejidad de los procesos de reciclado, cada vez más emprendedores apuestan por la fabricación y comercialización de muebles ecofriendly. La filosofía verde es bandera de muchos negocios.
Los que saben de decoración de interiores coinciden en que cuando de amueblar el hogar se trata, hay tres factores que determinan la decisión: el precio, el diseño y el cuidado al medio ambiente. El orden no es estrictamente éste, ya que cada vez más personas se preocupan por tener al menos un mueble de diseño en sus casas que también sea amigable con la naturaleza, independientemente del precio, afirma Dulce Montes, fundadora y directora general de Hecho Verde.
Por su parte, Carlos Gibson y Alejandro Ávalos, director general y director comercial de Gibson, respectivamente, aseguran que cada vez más personas están conscientes del valor agregado que un mueble fabricado con productos reciclados y ecofriendly aporta a su hogar y al medio ambiente; además, aseguran que los precios son prácticamente los mismos que los de los muebles tradicionales, a pesar de que los costos de producción son más altos.
Sin embargo, el negocio crece y lo hace velozmente. Hecho Verde fue fundada hace cinco años y la idea surgió a partir de un proyecto escolar. Dulce platica que durante todo su primer año de operaciones sólo logró vender una cartera de 250 pesos; hoy, su negocio factura una cantidad anual “con al menos cuatro ceros”, comercializa muebles fabricados con pellets reciclados y lámparas producidas con botellas de vidrio desechadas, y vende sus productos en toda la república.
Gibson, empresa fundada por Carlos hace tres años, aumentó su facturación de 700,000 a más de 5 millones de pesos (mdp) entre 2013 y 2014, y recientemente adquirió una planta de 1,500 metros cuadrados en Lerma, Estado de México, para responder a la demanda que presentan sus muebles.
La fórmula del éxito
Para Carlos Gibson, el crecimiento exitoso de un negocio se basa en una buena estrategia de comunicación de la marca y en las alianzas con dealers. “Muchos emprendedores no pasan del primer año porque no encuentran un buen modelo de negocio”, afirma.
En tanto, Dulce asegura que la sostenibilidad y el repunte de su empresa se basa en su estrategia de redes sociales y en el servicio al cliente: “Cuando un cliente viene a comprar un mueble, le pregunto cómo es el espacio dónde lo va a poner, para fabricarlo con las medidas adecuadas y hasta sugiero qué color le conviene”.
Cabe destacar que Internet fue la puerta de ambos emprendedores para entrar al mundo físico. Hecho Verde y Gibson empezaron a comercializar sus productos sólo a través de la red y desde hace poco tiempo han puesto a la venta sus muebles en espacios físicos.
¿Cuál sería la principal diferencia entre ambos empresarios? Su filosofía de negocio, ya que mientras que Dulce se ha rehusado a comercializar sus productos en tiendas departamentales y supermercados, en pos de no perder la calidad de sus productos ni la liquidez de su empresa; Carlos apostó por una estrategia de comercialización en grandes almacenes, lo que le ha permitido aumentar su presencia de marca en el mundo físico.
Ecodiseño en las calles
Estaciones del Metro, parques y avenidas también son espacios para mostrar atractivos diseños inmobiliarios con materiales reciclados. A la tarea de adornar las calles con una visión ecofriendly, se ha dedicado Neko Design por 10 años. Fundada por cuatro jóvenes (Alice Pegman, Karime Tosca, Daniel Olvera y Hiroshi Ikenaga), Neko demuestra que es posible hacer del diseño urbano un asunto sustentable, capaz de ser vendido a dependencias de gobierno y empresas nacionales.
Según lo platican Alice y Karime, estos cuatro emprendedores iniciaron diseñando la señalización del Parque de Chapultepec; su propuesta gustó tanto que su mobiliario actualmente adorna el Bosque de Aragón, los Viveros de Coyoacán, la Plaza de Santo Domingo y la estación del metro Zaragoza, en la Ciudad de México, y el proyecto Lobobici buap, en Puebla. Su innovadora propuesta los ha llevado a ganar numerosos premios en todo mundo, manteniendo diseños armónicos con la naturaleza, implementando el uso de materiales ecológicos y comprometiéndose a ofrecer productos que se mantengan en buen estado a lo largo del tiempo.
Win-win
Los jóvenes empresarios coinciden en que en un negocio como este todos ganan: la naturaleza sufre menos daños, se crean nuevos empleos y los clientes acceden a una oferta más amplia.
En donde mucha gente vio basura, estos emprendedores encontraron una idea de negocio. Sin embargo, no por ello debe pensarse que sus productos deben ser más baratos; por el contrario, son resultado de una compleja tecnología de reciclaje, que implica procesos de selección, limpieza, reestructuración, diseño y construcción que lejos de abaratar sus costos de fabricación los incrementa. El gran valor de estos muebles es que, además de ofrecer un diseño innovador, están alineados con la creciente filosofía de consumir sustentablemente.
Fuente: Forbes