Acaba de presentarse el informe Innovación Social: Reinventando un futuro sostenible. Cuando he empezado su lectura me ha llamado la atención el término Globalización Inteligente, que supone que propugnemos un nuevo modelo de organización social y económica que contemple de manera intrínseca los valores éticos y el desarrollo sostenible.
En palabras de la Rockefeller Foundation se trata de aprovechar la energía creativa y dirigida hacia el progreso sostenible en las comunidades de todo el mundo. Bajo estas premisas, mientras las condiciones económicas mejoran, las personas más vulnerables del mundo pueden acceder a herramientas y técnicas, ideas e innovaciones, estrategias y soluciones que les permiten construir un futuro mejor, «su» futuro mejor. Si la «globalización inteligente» es el objetivo, la innovación social es el método. Comenzaré a aproximarnos a la innovación social:
¿Cuál es el su objetivo y origen?
La innovación social tiene como objetivo desarrollar actividades innovadoras para satisfacer aquellas necesidades insatisfechas, sean en el plano social o medioambiental.
Tiene su origen en el hecho de que existen necesidades sociales y medioambientales no cubiertas, «un hueco entre lo que hay y lo que debería haber, entre lo que las personas necesitan y lo que les ofrecen los Gobiernos, las empresas privadas y ONG´s, un hueco que se ensancha constantemente por la aparición de nuevas tecnologías y conocimeinto científico».
¿Qué agentes la promueven?
El llamado «cuarto sector», que lidera la innovación social, es un nuevo grupo de organizaciones en la intersección de los sectores públicos, privados y sociales. Se caracteriza por llevar a cabo prácticas que traspasan las fronteras sectoriales tradicionales para crear nuevas relaciones sociales entre agentes. La innovación social no es atribuible únicamente al sector sin ánimo de lucro.
En los últimos años, ha surgido un consenso creciente sobre la importancia del papel de otros agentes en la acción social. Entre ellos destaca la figura del emprendedor social. Una de las conclusiones más compartidas por los expertos de Future Trends Forum, en relación a la innovación social, es la necesidad de una colaboración más estrecha entre los agentes sociales y, por lo general, muchos ven a los emprendedores sociales como el nexo de unión entre los distintos sectores, comunidades e instituciones. se suele utilizar una metáfora para ilustrar este hecho: por un lado están los «árboles» (trees) que son las grandes agencias públicas, empresas y organizaciones no gubernamentales con raíces, poder y dinero.
Por otro lado, están las «abejas» (bees) que son los emprendedores sociales, grupos comunitarios o profesionales que desarrollan ideas con cierto grado de creatividad y pasión por lo que hacen. De costumbre, las abejas tiene la energía y las ideas necesarias, pero poca capacidad para ponerlas en marcha, mientras que los árboles tienen la posición financiera y influencia, pero carecen del empuje innovador. El cambio con éxito sucede cuando los dos se unen, cuando las abejas polinizan los árboles, y las simples ideas se convierten en programas y políticas.
Estas ideas, sobre la innovación social y su potencial me recuerda a Guy Kawasaki y su libro de emprendedores El Arte de Empezar. En el capitulo 6, El del reclutamiento, menciona «Es esencial emplear, dar nuestra confianza y recompensar a aquellos cuya perspectiva, capacidad y juicio sean radicalmente diferentes de los nuestros» según menciona Dee W. Hock.
Me gustaría finalizar, señalando que esta globalización inteligente necesita disponer de emprendedores con frescas e innovadoras ideas sociales para un futuro más sostenible.