Por: Emilio Guerra Díaz
Como nunca el tema de protección civil se ha insertado dentro de la Responsabilidad Social Corporativa como una alerta que debe estar presente en la vida cotidiana. La desgracia de Nepal nos recuerda que hay que prepararse para saber reaccionar ante una eventualidad de esa magnitud y que pone en riesgo no solo los bienes patrimoniales de la empresa u organización, sino también de personas y bienes de la comunidad.
Toda empresa y organización que aspire a un comportamiento de gestión de sus recursos en forma socialmente responsable puede ir más allá de los requisitos que marca la ley. En toda organización se ha recomendado que cuente con brigadas de protección civil, señalamientos de zonas seguras, lleve a cabo simulacros de evacuación y sepa qué recursos acopiar de acuerdo al tipo de emergencia que se pretenda ayudar.
Si se ha avanzado en torno a la logística para apoyar casos de desastre, las fundaciones empresariales y los voluntariados corporativos pueden incluir tanto un presupuesto como un proyecto ad hoc. También pueden colaborar difundiendo entre sus empleados sitios de internet que se disponen para procurar fondos y en particular para atender eventualidades.
Tres etapas conforman un desastre:
1. Antes de… donde se espera que la comunidad y sus organizaciones junto con instituciones públicas se preparan para la irrupción de una eventualidad (ya sea química –manejo de sustancias peligrosas-, por incendios forestales, sequias, inundaciones, desplazamientos de tierra como sismos y terremotos, erupciones volcánicas, etc.).
2. Desarrollo de la eventualidad y atención inmediata a las personas que han sufrido los efectos devastadores de la emergencia y que incluso han perdido la vida o sus bienes.
3. Etapa de reconstrucción donde la comunidad debe organizarse para tratar de alcanzar el nivel de vida cotidiana antes de la eventualidad y reactivar la economía.
Así fundaciones y voluntariados corporativos pueden prepararse para estar listas y ayudar en esas tres etapas.
Como ejemplo, preparar un presupuesto para apoyar desastres, financiar actividades que llevan a cabo organizaciones civiles y que participan en alguna fase de la emergencia. Por ejemplo, Rescate Alpino, Bancos de Alimentos, Hábitat para la Humanidad, Techo para mi país, la Red Universitaria de Prevención y Atención de Desastres (UNIRED), Cáritas, etc. También pueden abrir convocatorias para que las OSC les presenten proyectos de intervención en emergencias, brigadas de socorro, etc. y estar listos para actuar cuando se presente.
Ahora la desgracia de Nepal convoca a la ayuda solidaria de todos los países. La ONU ya ha desplegado su plan de ayuda lo mismo que UNICEF a lo que se suman decenas de organizaciones de la sociedad civil.
Lo que corresponde a la mejor forma de colaboración en este caso donde Nepal queda al otro lado del mundo, es destinar donativos económicos para adquirir alimentos, medicamentos, agua potable, plantas desalinizadoras, funcionamiento de clínicas ambulantes, comedores, tiendas de campaña, etc. Hay que recordar que muchos damnificados son infantes.
Es tiempo de ayudar y unos cuantos pesos de millones de personas pueden hacer la diferencia.
Desde el Consejo Directivo
Pese a que Nepal está al otro lado del mundo para México, los mexicanos podemos ayudar, dijo el Presidente del Directorio. “Lo más sensato, por la distancia de Nepal, es donar dinero” dijo. Como siempre dos organizaciones están capacitadas para reaccionar positivamente, una es la Cruz Roja Internacional y la otra Unicef México. Sin embargo, también el sitio de Aporta.org está listo para recibir donaciones. La ventaja de destinar un apoyo es su donación es en línea, obtiene inmediatamente su recibo deducible y el recurso se destinará a apoyar a la niñez de ese país.
La secretaria del Consejo Directivo señaló que mal se ve México en el Índice Global de Impunidad 2015, que se dio a conocer la semana pasada, pues se arraigan prácticas negativas que lejos de incrementar la confianza profundizan las diferencias, las actitudes individualistas y de incredulidad en la posibilidad de cambio. Recordó que un país con organizaciones civiles profesionales y expertas en temas de monitoreo de las acciones de gobierno ha sido un recurso muy efectivo para acotar el poder a los políticos. Este es el caso de Transparencia Mexicana y del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) que aunado a la Red por la Transparencia, han incidido en la ley federal recién aprobada.
“Confíen en mi, confíen en mi y van a ver todo lo que van a tener…” fueron las palabras del ex futbolista en campaña Cuauhtémoc Blanco que trajo a la reunión el tesorero de la organización. Ahora Blanco político en ciernes, además de la pifia de pedir el voto para el PRD cuando lo postula el PSC, demuestra que a pesar de que los políticos de formación tienen nuestra animadversión, también son necesarios porque por lo menos tienen conocimiento sobre la estructura administrativa de gobierno para realizar diversos trabajos. No es que se le niegue a alguien la posibilidad de participar en política, sino que es necesario para avanzar con paso firme, que estén preparados y no sean improvisados como la atleta Ana Gabriela Guevara que corrió de una cámara a otra porque se equivocó en donde había sido designada por su padrino. Por otra parte, la gente debe participar en los asuntos públicos y no esperar la llegada de un iluminado para hacer cambios.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.