Hacia principios de este año, Greenpeace lanzó una cruzada contra la exitosísisma compañía de la manzana, Apple, señalando el hecho de que en la fabricación de sus computadoras utilizaban sustancias que otras compañías del ramo ya habían eliminado por considerarlas dañinas. Greenpeace fue muy agresivo en esta campaña pues incluso diseñó un site de golpeo.
Pues bien, Apple demuestra lo que significa tener bien monitoreada su red de stakeholders, lo que incluye por supuesto a las ONG’s que los pueden señalar. Hoy, Apple ha cambiado sus políticas de fabricación, ha generado una campaña de difusión de sus acciones y por supuesto, debió haber tenido algún diálogo con Greenpeace, quien ha reconocido públicamente los esfuerzos del gigante de la computación.
Aún para los más incrédulos, esto es una estrategia de RSC y si bien beneficia sin lugar a dudas al medio ambiente, vela aún más por los intereses de la compañía. Una prueba más de que la RSC es más rentable cuando es preventiva y no correctiva.