Fer, un niño autista de 2 años y 4 meses, comenzó a hablar de la mano del iPod Touch y el iPad.
«Papá», su primera palabra, la dijo a los 16 meses. Pero después, a pesar de entrar en terapia, no volvió a mencionar ninguna palabra por los ocho meses que siguieron. «No estaba caminando, no tenía interés en nada. Pero en nada, ni en juguetes, ni en la gente», dice Sabrina Mejía, su madre.
En su segundo cumpleaños, Fer rompió el silencio cuando su madre le quitó el iPod Touch con el que jugaba. Enojado, Fer le dijo: «Terminé».
«Celebré, celebré como celebro cada pequeño paso, como no tienes una idea.», dice Sabrina al recordar el día.
La tercera palabra de Fer fue «iPod». La cuarta «iPad». No es casualidad. El iPod fue, según su madre, el primer objeto que le llamó la atención a Fer. Antes, no establecía contacto visual con nada. Ni nadie. «Una vez volteó a ver sus manos, y fue como si estuviera viendo el mueble de al lado», dice Sabrina.
Su hermana, de entonces 3 años, fue la que le enseño el iPod a Fer, mostrándole cómo desbloquear la pantalla. «Empezó a prestar interés, empezó a gatear para ir con ella a buscar el iPod, y entonces nosotros como padres empezamos a conectar con él a través de eso», afirma Sabrina.
Después de ver la conexión entre Fer y el iPod, sus padres le compraron el iPad y cargaron aplicaciones ABA especializadas para desarrollar habilidades lingüísticas para niños con autismo, hechas por Receptive by Function. Cada aplicación cuesta 99 centavos de dólar en la tienda iTunes.
Hoy, Fer ya tiene un vocabulario amplio, en inglés, dice Sabrina, idioma en el que están las apps.
Las personas autistas presentan dificultades de comunicación, interacción social, conducta o un desorden sensorial, en donde hay hipersensibilidad a los estímulos, entre otros síntomas. Expertos señalan que cada caso presenta sintomatologías diferentes.
El iPod Touch y el iPad ayudan a Fer a sobrellevar la sobrecarga sensorial que sufre debido a su padecimiento porque son portables, sencillos de usar, intuitivos, despliegan colores brillantes y tocan música, dice su madre.
«El iPad le ayuda a nivelar su ansiedad. Se concentra en el iPad y pierde contacto con todo lo demás», dice Sabrina, «no es una herramienta mágica, pero es una herramienta básica». Una vez calmado, presta atención a sus padres.
Según la Clínica Mexicana de Autismo, en México hay aproximadamente 45 mil niños que lo sufren.
La especialista en educación especial, Gabriela González Pacheco, directora del Centro de Aprendizaje Personalizado, que estas aplicaciones (cuales aplicaciones) y el mismo iPad son una herramienta muy útil para desarrollar lenguaje e interactuar con niños con autismo. Utilizan el Sistema de Intercambio de Tarjetas con Imágenes (PECS, por sus siglas en inglés), dice González, lo que ayuda a los niños a establecer una comunicación por la vía visual.
«Sin el iPod y iPad yo nunca hubiera hecho contacto con mi hijo, o me hubiera tardado más. Fue realmente un milagro para la comunidad autista», dice Sabrina, todavía conmovida por la muerte de Steve Jobs la semana pasada. «Steve Jobs cambió mi mundo. El mundo de Fer y por tanto el nuestro».
APPS QUE AYUDAN
Estas son algunas de las apps que utiliza Sabrina para apoyar a su hijo autista.
Proloquo2Go
Para quienes tienen dificultad para comunicarse verbalmente
reforma.com/proloquo
TapToTalkTM
Ayuda a niños con autismo, parálisis cerebral o síndrome de down
reforma.com/taptotalk
First Then Visual
Útil en problemas de comunicación y retraso en el desarrollo
reforma.com/ftvs
Fuente: Reforma, Interfase, p. 5.
Por: José L. Leyva.
Publicada: 10 de octubre de 2011.