Últimamente, los artistas masculinos —blancos— del género arena-rock han sacado provecho de sus catálogos a medida que se acercan a su jubilación. Sin embargo, en un sorprendente giro, Warner Music Group, la tercera firma discográfica más grande, se ha asociado con BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, en un nuevo fondo de 750 millones de dólares que promoverá específicamente a intérpretes mujeres y de la diversidad.
Inclusión y equidad: Apuestan por talento femenino y diverso
De acuerdo con Fast Company, en lugar de comprar los derechos de otros artistas —entre ellos Bruce Springsteen, Bob Dylan, Sting, David Bowie, Aerosmith, Neil Young, Paul Simon, Motley Crue y los Beach Boys—, las dos empresas afirman que se centrarán en la búsqueda de la música más joven y «moderna de toda la vida», uniendo sus fuerzas a Influence Media, una compañía de inversión y gestión musical, dirigida por Lylette Pizarro y Lynn Hazan.
Ya han invertido 300 millones de dólares en una veintena de catálogos diferentes que cuentan con más de 20,000 millones de streams. Entre ellos se encuentra el trabajo del compositor Tainy (que ha trabajado con Bad Bunny, J Balvin y Cardi B), The Stereotypes (que ha coescrito varios éxitos de Bruno Mars), Jessie Reyez (que ha escrito canciones para Dua Lipa y Sam Smith) y Skyler Stonestreet (que ha ayudado a Justin Bieber y Ariana Grande).
Al parecer, los creadores también conservarán sus catálogos y participarán en la promoción y comercialización de su música junto a sus nuevos inversores. Pizarro, fundadora de Influence, asegura que los datos muestran que los oyentes están evolucionando y que no son solo las canciones «clásicas» tienen un gran atractivo.
Lo que vemos ahora es que los nuevos títulos se comportan de forma diferente a como lo han hecho históricamente.
Lylette Pizarro, fundadora de Influence Media.
Como ejemplo de lo que está ocurriendo, la ejecutiva señala a los videojuegos —una industria que creció más que las películas y los eventos deportivos juntos durante la pandemia— y otras vías no tradicionales, como las aplicaciones de fitness, que se adaptan mejor al «evergreen moderno».
En su opinión, existe una oportunidad real ya que esos sectores se sienten atraídos por los géneros urbanos, y con los derechos del trabajo de los artistas emergentes, se pueden ofrecer cientos de canciones de decenas de catálogos.
Aunque BlackRock ha invertido antes en música, tradicionalmente lo hacía como todo gestor de dinero que maneja fondos de pensiones: adquiriendo los catálogos artistas establecidos.
Ante ello, Pam Chan, directora de inversiones y responsable global del grupo de soluciones alternativas de BlackRock, asegura que «la noción de evergreen moderno parece una evolución natural de cómo hemos estado invirtiendo en la música».
