Gracias al poryecto Villa del Carbón, más de 200 familias se benefician económicamente de la producción de pino en la comunidad de San Jerónimo Zacapexco, generando alrededor de 500 empleos temporales.
Esta comunidad, en Villa del Carbón, Estado de México ha presentado grandes pérdidas en materia forestal. Se estiman aproximadamente 4000 hectáreas de bosque degradadas y con pérdida de cobertura arbórea debido a la falta de cultura ecológica y la necesidad de los habitantes de sobrevivir, que convirtieron gran parte de esta zona en áreas de cultivo.
Por ello, Reforestamos México lleva a cabo un programa de desarrollo forestal comunitario que busca la reconversión de predios agrícolas a forestales, recuperando los servicios ambientales que esta zona generaba.
Los costos de dicha reconversión son subsidiados, en parte, por Reforestamos México a mediano plazo. En el largo plazo, la comunidad podrá realizar un aprovechamiento forestal sustentable que le permitirá incrementar su nivel de vida.
Todo esto a partir de la vinculación empresarial y un esquema de adopción de predios, producción de planta, campañas de reforestación y el aprovechamiento responsable de los recursos forestales de la comunidad.
Parte de esta reconversión se ha logrado a partir de la utilización de estas tierras para la plantación de pinos originarios de la región.
En Villa del Carbón se producen árboles de navidad como una alternativa de ingreso. La pregunta es, ¿Es bueno o no comprar árboles de navidad naturales?
Reforestamos México comenta que los terrenos utilizados para la plantación de pinos en el Distrito Federal y áreas conurbadas solían tener una baja productividad agropecuaria, por lo que plantar árboles de navidad en ellos ha contribuido a recuperar la cubierta arbórea original de las zonas boscosas, de tal manera que ayudan a combatir el cambio climático.
Las plantaciones comerciales de pinos de estas zonas capturan carbono a través del proceso de fotosíntesis, el cual contribuye a la preservación del medio ambiente puesto que disminuye el efecto invernadero, atenuando el cambio climático y mejorando la calidad del aire y del agua. Además, según la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la plantación de pinos en el Distrito Federal, aún con fines comerciales, ayuda a frenar el crecimiento de la mancha urbana al impedir el cambio de uso de suelo de rural a urbano.
El proyecto no hubiera sido posible sin contar con la ayuda de alianzas con la etnia Otomí, con el Ejido y bienes comunales del poblado. Además, empresas como Sam’s club, Fundación Wal-Mart, Steel Case, HP y Nike se unieron a la causa contribuyendo en el proyecto, que cuenta con un vivero comunitario de producción de planta forestal con capacidad de 300 mil plantas anualmente, así como 18 mini viveros escolares, en escuelas primarias para la difusión y promoción de valores armónicos con el medio ambiente.
Tan sólo en este año se reconvirtieron 89 hectáreas de agrícolas a forestales, teniendo un total de 382.46 hectáreas bajo el programa de adopción de tierras para la reconversión de tierras agrícolas forestales.
Actualmente, en el Vivero de Rancho Escondido, se tienen en mantenimiento 250,000 árboles de diferentes especies y se terminó la rehabilitación de la Cabaña de Voluntariado y la construcción de 2 estufas de secado para madera.
Preocupada como siempre, por el desarrollo sustentable, la asociación de Grupo Bimbo, apoya actualmente a 130 productores de la Organización de Silvicultores de Llano de Zacapexco, así como las comunidades de San Jerónimo Zacapexco, Chapa de Mota, Loma Alta y Monte de Peña, beneficiando alrededor de 1760 personas pertenecientes a estas comunidades.