¿Artificial o natural? Es una de las decisiones más importantes durante las fiestas decembrinas, pero cada año más personas están considerando adquirir árboles de Navidad responsables. Esto se debe a que, según estudios, un árbol artificial contribuye seis veces más al cambio climático y al agotamiento de recursos naturales. Este impacto negativo se agrava aún más debido a que la mayoría de los árboles artificiales terminan en vertederos, ya que son difíciles de reciclar debido a su composición y pueden tardar décadas o incluso siglos en degradarse completamente.
Por otro lado, los árboles naturales de Navidad ofrecen una alternativa más ecológica. No solo generan un 39% menos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero en comparación con sus contrapartes artificiales, sino que también desempeñan un papel fundamental en la captura de CO2 durante su crecimiento. Además, optar por un árbol natural localmente producido reduce aún más la huella de carbono, ya que evita las emisiones de GEI de la importación.
Entonces, al elegir un árbol de Navidad natural, las familias pueden celebrar las festividades de manera más sostenible y contribuir al cuidado del planeta. Sin embargo, se puede ir más allá y contribuir activamente en la protección de los recursos forestales a través de iniciativas como la colaboración entre Reforestalia y Restaurantes Toks. ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Te contamos!
Distribuyendo árboles de Navidad responsables
La alianza entre Reforestalia y Restaurantes Toks es un ejemplo inspirador de cómo la industria y la conservación pueden unirse en beneficio de nuestros valiosos recursos forestales. Durante los últimos ocho años, Restaurantes Toks ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad al organizar voluntariados para cuidar el Bosque Toks, ubicado en el km 43.5 de la Carretera Federal México-Cuernavaca. Este bosque es administrado por Reforestalia, una compañía dedicada al cultivo y renta sustentable de diversas especies de árboles, incluyendo el pino mexicano ayacahuite, el oyamel y el abeto Douglas.
La gestión sostenible de los ecosistemas forestales es esencial para preservar la biodiversidad, la productividad y la vitalidad de estos entornos cruciales. Ambas organizaciones comprenden la importancia de equilibrar las necesidades ecológicas, económicas y sociales de estos bosques. A través de acciones como el cultivo sostenible, la conservación de la biodiversidad y la protección y restauración de los ecosistemas, están trabajando juntos para garantizar que los recursos forestales se utilicen de manera responsable y duradera.
Este año, la dedicación de casi un centenar de personas, incluyendo colaboradores y directivos de Restaurantes Toks, así como miembros de instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en las actividades de voluntariado refleja el compromiso compartido para preservar y aprovechar de manera responsable los bosques. Su trabajo conjunto es un modelo a seguir para la colaboración entre empresas y organizaciones en la búsqueda de un futuro más sostenible para nuestros ecosistemas y para toda la sociedad.
«Es importante que Restaurantes Toks cumpla la promesa de reforestar, que no solamente venda la idea de que nuestros árboles van a regresar al bosque, sino que realmente se cumpla, se vea y se documente para dar un mensaje».
Pamela López, personal operativo de Restaurantes Toks.
¿Qué se hace en un voluntariado en Bosque Toks?
Durante el emocionante día de voluntariado, los participantes se sumergieron en una serie de tareas diseñadas para fomentar la conciencia ambiental. Desde el momento en que llegaron, todos los invitados participaron en juegos y actividades de integración que destacaron la importancia de su contribución al cuidado de los bosques. Además, esto sirvió para estrechar los lazos entre las personas y fomentar un espíritu de colaboración.
El corazón de la jornada de voluntariado se centró en la plantación de árboles. Los participantes se dividieron en dos grupos: uno se dedicó a plantar árboles jóvenes procedentes de un vivero local, mientras que el otro se encargó de reinsertar árboles de Navidad previamente utilizados por Restaurantes Toks y otros particulares. Estos árboles, que habían recibido un tratamiento nutritivo, se plantaron con la intención de que permanecieran en el bosque de manera permanente, con una asombrosa tasa de supervivencia del 90%
En total, se plantaron 35 árboles grandes y 400 árboles pequeños, y aquellos que se dedicaron inicialmente a plantar los pequeños se unieron en la tarea de reinsertar los grandes, dado su mayor tamaño y la complejidad de moverlos y plantarlos.
El voluntariado culminó con una actividad artística, donde los asistentes reutilizaron latas para convertirlas en macetas. Cada persona tuvo la oportunidad de dar rienda suelta a su creatividad pintando sus recipientes con una variedad de colores y luego llenándolos de tierra y un brote de árbol. La expectativa es que, gracias al cuidado individual de cada participante, estos árboles crezcan lo suficiente durante todo un año para ser posteriormente trasplantados en el bosque.
Además de las actividades dedicadas a los árboles de Navidad responsables, el día también ofreció una oportunidad para compartir la riqueza culinaria de la región, con personas locales compartiendo alimentos típicos mexicanos con los voluntarios, cerrando así una jornada de trabajo en equipo y compromiso con la naturaleza.
Una Navidad sostenible
Celebrar una Navidad responsable con árboles naturales rentados es una práctica que ha tomado fuerza gracias a iniciativas como la de Germán López y su plantación Reforestalia. La renta de árboles navideños tiene un propósito claro: permitir que las familias tengan un pino en sus hogares durante las fiestas, mientras se promueve la idea de devolverlo al bosque para continuar brindando servicios ambientales.
Por lo que una característica única de esta iniciativa es que las personas que alquilaron los árboles pueden participar en la reforestación masiva, permitiéndoles ver directamente el último destino de su árbol navideño. Además, Germán ha establecido ambiciosas metas de reforestación, colaborando con el Gobierno de la Ciudad de México y recibiendo entre 4 mil y 5 mil árboles para estas iniciativas, aparte de su colaboración con Restaurantes Toks.
«Restaurantes Toks cambió el rumbo de nuestro negocio y lo pusieron en el camino de la sostenibilidad».
Germán López, fundador de Reforestalia.
Esta práctica de rentar árboles de Navidad responsables no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también fomenta una nueva conciencia sobre la importancia de devolver a la naturaleza lo que le pertenece. Además, se destaca el apoyo de Restaurantes Toks, que decora sus establecimientos apoyando a emprendimientos responsables y con tradición, promoviendo un espíritu navideño sostenible.