De acuerdo con cifras del Gun Violencia Archive, del 2020 a la fecha se han reportado 1,356 de muertes por tiroteos masivos en Estados Unidos. Las imágenes de estos hechos son impactantes, sobre todo cuando los ataques suceden en escuelas, por ello, la noticia de que una empresa ha lanzado un arma de fuego para niños está paralizando a la sociedad.
Recientemente, según indica Fast Company, durante el SHOT Show —la feria comercial de tiro deportivo, caza y actividades en EE.UU— organizada por la Fundación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF por sus siglas en inglés), se presentó la JR-15 o Junior 15, un rifle de asalto hecho a la medida para niñas y niños, elaborado por WEE1 Tactical.
Un polémico producto
En el comunicado de prensa que WEE1 Tactical —parte de la compañía Schmid Tool and Engineering, dedicada desde hace 30 años a vender componentes para los rifles AR-15— emitió para el lanzamiento, asegura que la JR-15 tiene una ergonomía especial para menores y fue diseñada para capacitarlos en los deportes de tiro.
Nuestra visión es desarrollar una línea de plataformas de tiro que ayuden de manera segura a los adultos a introducir a los niños y niñas en los deportes de tiro.
Comunicado de prensa de WEE1 Tactical.
El modelo es 20% más pequeño que un rifle para adultos, ligero al pesar 2.2 libras, y tiene un mecanismo de seguridad patentado, no estándar en los AR-15, que debe extraerse «con algo de fuerza» y girarse antes de que pueda disparar. Gracias a estos detalles, la compañía se jacta de que:
Esta arma funciona como la de mamá y papá.
WEE1 Tactical.
Por si fuera poco, WEE1 Tactical ha creado una estrategia de marketing dirigida especialmente para niños y niñas con el propósito de llamar su atención e incrementar sus ventas.
Anuncios amigables en las armas para niños
La propaganda del JK-15 es el centro del sitio web de WEE1 Tactical, en él se observan dos ilustraciones en forma de cráneos humanos decorados de manera llamativa que asemejan estilos infantiles.
La obviedad con la que la empresa se dirige a su sector de consumo es preocupante, ya que no denota alguna advertencia sobre el uso de armas, sino que hace ver a su producto como algo natural, e incluso exclusivo para menores.
Además, dichos logos también están presentes en gorras que comercializa la marca, manteniendo el interés y el factor sorpresa sobre lo que ofrece su artículo. Sumado a esto, cabe señalar que el JK-15 es un calibre .22.
En toda la industria, las versiones de calibre 22 de rifles de asalto de mayor calibre son cada vez más comunes.
Nicki Kenyon, colaborador de la asociación de Judíos para la Preservación de la Propiedad de Armas de Fuego (JPFO).
Pese a que este tipo de rifles son considerados como de uso recreativo, no por ello son menos peligrosos. «La mayoría de tiradores que optan por este cartucho lo emplean para participar en competiciones deportivas, hacer plinking (tiro a latas), entrenar (es más barato que otros calibres superiores), y en los países cuya legislación lo permite, para cazar pequeñas criaturas varmint«, señala el portal Armas.es.
Empero, cabe destacar que esta no es la primera vez que un fabricante crea armas para niños, de acuerdo con el estudio «Start Them Young», por ejemplo, existe el Smith & Wesson M&P .22 (M&P significa Military and Police), hecho en colores vibrantes o el que hizo la compañía Marlin.
La venta de armas para niños, ¿una buena idea?
La cultura de las armas en Estados Unidos es quizá unas de las más fuertes, incluso la posesión de ellas es un derecho constitucional, según CNN, «los estadounidenses tienen el 48% de los 650 millones de armas en poder de los civiles en el mundo«. Por ende, que en muchos hogares se cuente con armas está normalizado.
Asimismo, resulta comprensible que se quiera iniciar a los más pequeños en el uso «seguro» de estos armamentos, pero los resultados de la exposición de menores a armas de fuego demuestran que el argumento que la empresa emplea es poco sólido. Y los tiroteos masivos perpetuados por adolescentes y en centros educativos dan muestra de ello.
Además, el incremento de accidentes con armas de fuego en 2020 tuvo un incremento del 31% en comparación con 2019, lo que ejemplifica que una mala difusión de un producto como el JK-15 puede familiarizar aún más el uso de armas para niños, y de no ser abordada con la responsabilidad necesaria, podría ocasionar la existencia de situaciones de violencia a edades más tempranas.
Para Josh Sugarmann, fundador y director ejecutivo de Violence Policy Center —un grupo de defensa del control de armas— lo que hace la empresa WEE1 Tactical es sumamente agresivo, pues considera que el JK-15 es explícitamente un AR-15 inicial: «Eso es algo que nunca hemos visto antes».
Prevenir daños antes de restaurarlos
Hace pocos días, la compañía Remington Arms —productora de armamento— dio a las familias afectadas por el tiroteo masivo sucedido en la escuela primaria Sandy Hook, 73 millones de dólares como parte de una compensación, ya que el homicida Adam Lanza (20 años) empleó una AK-15 en esta tragedia.
Con esta resolución histórica, en la cual por primera vez un compañía armamentista se hace responsable por el uso inadecuado de su producto, podría ser el inicio de mejores prácticas dentro de la industria, comparte un abogado involucrado en el caso.
Este caso nunca fue sobre daños en el sentido de compensación. Se trataba de daños en el sentido de forzar un cambio.
Josh Koskoff, abogado de las familias demandantes de Sandy Hook.
El argumento central de la imputación consistió en que «la compañía daba prioridad a sus ganancias antes que a la seguridad pública», ya que no contaba con una regularización fuerte y además fomentaba el uso de armas con publicidad.
Por ello, comienza a ser alarmante que compañías como WEE1 Tactical jueguen con diseños afables y que asemejen al uso de juguetes. Además, que no emitan una postura sobre los cuestionamientos que han surgido al rededor de su producto, lo que podría considerarse una forma de evadir que hay responsabilidad en la forma de comercialización.
Parte de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE), es velar porque en primera instancia sus productos no puedan generar un impacto negativo en la sociedad, además, cuidar la forma en que dirige sus campañas de mercadotecnia y finalmente, responsabilizarse de las posibles consecuencias garrafales que podría tener el poner a disposición de niños y niñas armamento de verdad.
