Pintores de la Escuela Mexicana de Arte Down de la Fundación John Langdon Down exponen su obra en el recinto de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), como parte de las actividades para conmemorar los primeros 45 años de labor de la organización.
Se trata de 18 obras de 14 artistas que podrán ser admiradas hasta el próximo 15 de agosto, por cualquier persona interesada así como por estudiantes que cotidianamente visitan el centro bursátil.
Fundación John Langdon Down abrió sus puertas en 1972 para ofrecer atención educativa, médica y psicológica a personas con Síndrome de Down. En aquel año, el centro fue el primero en su tipo en el mundo.
Entre los programas de la Fundación destaca la Escuela Mexicana de Arte Down, que ofrece un espacio de inclusión social y laboral a jóvenes y adultos con trisomía 21, alteración genética que ocasiona el Síndrome de Down. Este espacio les permite a ellos expresarse artísticamente a través de la pintura.
A lo largo de su trayectoria, la Escuela Mexicana de Arte Down ha expuesto 69 veces en 57 ciudades de América, Asia y Europa.
Al inaugurar la exposición, José Oriol Bosch, director general de la BMV, reconoció la labor que realiza la Fundación desde hace 45 años y agradeció la oportunidad de dar a conocer la obra artística de los alumnos.
“La Fundación John Langdon Down tiene un acervo artístico de 300 obras y en esta exposición vamos a disfrutar de 40 de ellas. Hoy, estos maestros de la Escuela Mexicana de Arte Down se suman a otros grandes como Toledo, Soriano o Goya, cuya obra ha sido expuesta en este mismo recinto”, comentó.
Cada año, la Fundación atiende a 2,500 alumnos y familiares, de los que hasta 80% son de escasos recursos. A ellos se les realiza un estudio socioeconómico para determinar la cantidad de cuota que pueden aportar.
Han llegado, incluso, bebés de apenas tres meses de vida que ahora “son nuestro orgullo”, aseguró Sylvia G. Escamilla, fundadora y presidenta de Fundación John Langdon Down.
“Las personas con Síndrome de Down tienen una capacidad infinita de amar y de crear. Poseen habilidades y capacidades que no debemos desperdiciar y tenemos el deber de darles las mismas oportunidades que a los demás”, consideró.
Labor ininterrumpida
La organización ofrece intervención temprana, educación preescolar y primaria especial adaptada a las necesidades de personas con Síndrome de Down.
Después de cursar sus estudios y con alrededor de 18 a 20 años, los estudiantes pueden elegir entre la Escuela Mexicana de Arte o las cafeterías Tres 21 Arte-Café para continuar con su formación e inclusión laboral.
Geraldine Reyes, alumna de la escuela de arte, comentó sentirse orgullosa de pertenecer a la “gran familia” que la Fundación es para ella: “Ahí aprendí a leer, escribir, pintar y bailar, soy muy afortunada, tengo muchos amigos y maestros que me enseñan cosas nuevas todos los días, me han dado la oportunidad de crecer y ser independiente”.
La Escuela Mexicana de Arte, recordó Sylvia G. Escamilla, nació hace 21 años y actualmente cuenta con alrededor de 35 artistas, quienes próximamente expondrá su obra en el Parlamento Europeo, en Bélgica.
“Gracias por ayudarnos a promover los derechos humanos, la dignidad y el potencial de las personas con Síndrome de Down para mejorar su calidad de vida”, concluyo Sylvia G. Escamilla, al reconocer que sin el apoyo de personas, instituciones y empresas que han apoyado a la Fundación, su labor no habría sido posible.
Entre las empresas que han apoyado a la Fundación están Cemex, Citibank, Coconal, Comercial Mexicana, Dow Química Mexicana, Ediciones Larousse, IBM de México, Sears y Televisa.
Otro ejemplo es OHL México, que en febrero pasado firmó un convenio de colaboración con la Fundación para el programa de incorporación de mujeres con Síndrome de Down a la vida productiva que forman parte de la Escuela Mexicana de Arte Down y de las cafeterías Tres 21 Arte-Café.
Entre estas beneficiarias se encuentran Eloina Rodríguez, Jacquelina Méndez y Maciel Guadalupe, quienes son tres de las artistas que exponen sus pintoras “Las dos Fridas” (2014), “Elefante” (2013) y “María Bonita” (2015), respectivamente, en la galería de la Bolsa Mexicana.