La industria cinematográfica, con su glamour y brillo en la pantalla grande, a menudo ha quedado fuera del escrutinio ambiental. Sin embargo, en los últimos años, un movimiento impulsado por artistas y figuras influyentes de la pantalla grande que abogan por una industria cinematográfica más responsable ha estado ganando terreno, según Edie.
En el centro de este movimiento se encuentra ‘Green Rider’, una iniciativa lanzada por Equity, una organización sindical británica que representa a profesionales en las industrias del entretenimiento y las artes escénicas, que busca transformar la forma en que se realizan las producciones de cine y televisión al incorporar la sostenibilidad a la hora de negociar los contratos de los artistas.
El impacto del Green Rider
El corazón de la campaña ‘Green Rider’ radica en la capacidad de los artistas para negociar estándares de sostenibilidad en el set antes de firmar contratos. Esto significa que los artistas pueden incluir cláusulas específicas que promuevan prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Algunas de las medidas destacadas incluyen la prohibición de utilizar aviones privados y la limitación de la comida fuera del lugar de rodaje.
Este enfoque innovador representa un cambio importante en la industria, que históricamente se ha caracterizado por su falta de consideración ambiental y su tendencia al despilfarro.
La industria cinematográfica a menudo se ha asociado con la ostentación y el derroche. Sin embargo, el Green Rider pretende cambiar esta narrativa al enfocarse en prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Cine responsable
El respaldo de figuras notables de la industria ha sido fundamental para dar visibilidad y credibilidad al Green Rider. Actores y actrices prominentes como Bill Nighy, Stephen Fry, David Harewood, Bella Ramsey, Hayley Atwell y Maxine Peake han manifestado su apoyo a esta causa.
Mark Rylance, un actor respetado, enfatizó la importancia de esta iniciativa al afirmar que la producción cinematográfica ha sido conocida por sus prácticas antiecológicas y derrochadoras.
«Este Green Rider es un modelo para ayudar a todos los artistas de cine y televisión a pedir prácticas más ecológicas. El hecho de que no podamos hacerlo todo no significa que no podamos hacer nada. Limpiemos nuestro lugar de trabajo”.
Mark Rylance, actor.
La incorporación de cláusulas contractuales adicionales que antes se centraban en demandas extravagantes, como la elección de muebles o viajes exclusivos en aviones privados, ahora se ha transformado en un enfoque en la sostenibilidad y la diversidad en el set.
Equity sostiene que el Green Rider busca no solo establecer estándares más altos, sino también fomentar un cambio cultural en la industria del entretenimiento, donde el estatus se define por acciones positivas y un impacto responsable en lugar del consumo excesivo de recursos.
Desafíos ambientales de la industria
A pesar de los avances promovidos por el Green Rider y otros movimientos similares, la industria cinematográfica enfrenta desafíos considerables en términos de emisiones de carbono.
Un estudio realizado por el British Film Institute (Instituto Británico de Cine) en 2020 reveló que las películas con presupuestos superiores a 53.5 millones de libras generan un promedio de 2,840 toneladas de CO2 por producción. Las emisiones de carbono están relacionadas en gran medida con el transporte, siendo el 30% atribuible a los viajes aéreos y el 70% a los viajes terrestres.
«Podemos hacer todas las películas del mundo sobre el cambio climático, pero a menos que seamos conscientes del medio ambiente en el proceso de hacerlas, nuestros esfuerzos serán superficiales»
Bella Ramsey, actriz.
Para abordar este problema, líderes de la industria como NBCUniversal han comenzado a implementar proyectos piloto destinados a reemplazar los generadores diésel, una fuente importante de emisiones en los lugares de rodaje, por electricidad renovable en Londres.
Esta iniciativa es un indicio alentador del compromiso de la industria con prácticas más sostenibles y una reducción significativa de su huella de carbono.
Hacia un futuro más sostenible
A manera de conclusión, iniciativas como Green Rider están desafiando el status quo en la industria cinematográfica, impulsando la sostenibilidad y la responsabilidad social. Con cada vez más artistas y compañías de producción abogando por una industria cinematográfica más responsable, se revela un importante cambio en la consciencia del cuidado del medio ambiente.
La industria cinematográfica tiene el potencial no solo de entretener, sino también de inspirar un cambio significativo y positivo en la forma en que abordamos los desafíos ambientales. A medida que la sostenibilidad se convierte en una prioridad, el cine puede liderar esta transformación.
