Por Kenya Giovanini
¿Recuerdas esa difícil palabra de Mary Poppins? “Supercalifragilísticoespialidoso” puso en aprietos a muchas personas pero si en esta ocasión lograste decirla sin trabarte, es momento de intentarlo con “Papahānaumokuākea”, complicado, ¿no lo crees? Bueno querrás intentarlo sin duda, porque este es el nombre de la reserva marina más grande del mundo, misma que se ubica en la tierra natal del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Obama, que destinó su segundo mandato a la lucha para favorecer la conservación del medio ambiente, anunció que cuadriplicaría el tamaño de esta área. Esta zona que ahora abarca más de 350,000 kilómetros, alcanzará más de 1,51 millones de kilómetros cuadrados.
En Papahānaumokuākea quedará restringida la pesca comercial y cualquier actividad que tenga que ver con la extracción de recursos. Lo único permitido será la pesca con fines recreativos.
Este primero de septiembre Obama se presentará en este espacio para hablar sobre los efectos del cambio climático cómo el aumento de temperatura provoca que el agua se caliente causando que los corales expulsen a las algas que viven en sus tejidos, lo que además de hacer que pierdan su color, los vuelve vulnerables a enfermedades que causan su muerte.
La nueva zona servirá como un laboratorio natural donde los científicos podrán explorar los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos y estudiar como se adaptan los recursos biológicos de la región, según comentó la administración Obama.
«Las Islas del Noroeste de Hawai son el hogar de uno de los ecosistemas más diversos y amenazados del planeta y un lugar sagrado para la comunidad nativa de Hawaii. La expansión de este monumento marino nacional protegerá de manera permanente los arrecifes de coral, el hábitat marino e importantes recursos culturales e históricos para el beneficio de las generaciones actuales y futuras», destacó el secretario Sally Jewell.
Teddy Roosevelt fue el primer presidente en el establecer la Reserva de Aves en las islas de Hawaii en 1909. Más tarde en 2006, George W. Bush creó el monumento Papahānaumokuākea abarcando 139,818 millas cuadradas para proteger y preservar la flora y fauna marina. El ex presidente dijo que se inspiró en un documental sobre los recursos biológicos del Norte mostrado por Jean Michel Cousteau, un explorador marino e hijo del fallecido Jacques Cousteau. Tiempo después entablaría una conversación con la bióloga marina Sylvia Earle para hacer de esta reserva un lugar ejemplar.
Earle ha luchado durante décadas para crear áreas marinas protegidas en todo el planeta. Su fundación, la Alianza Sylvia Earle, tiene como objetivo crear una red global de dichas zonas y brindar protección al 20% de los océanos para el año 2020.
Para los nativos de Hawaii este espacio es ancestral, un lugar donde la vida nace. “Este monumento servirá para la conservación y el clima. Es un refugio cultural para mi nieta y las futuras generaciones”, dijo Kaho’ohalahala, una habitante local.
Esta reserva alberga más de 7000 especies marinas, como las ballenas azules, atunes, focas y más, algunas de ellas están en peligro de extinción. Aquí también habita el coral negro que puede vivir más de 4000 años.
Además de resguardar toda clase de criaturas marinas, las islas dan hogar a un sin número de aves como los albatros de Laysan, telespiza y gaviotas, así como numerosas especies de plantas, incluyendo la palma Pritchardia, y muchos artrópodos.
“Esta es una de las acciones más importantes que un presidente americano haya tomado para la protección de los océanos“, declaró el senador demócrata de Hawái, Brian Schatz.
Actualmente solo el 3% de las aguas a nivel mundial están bajo protección. Para asegurar y preservar los océanos deberían protegerse por lo menos el 30%.
Aunque los daños causados por el cambio climático son irreversibles, aún existe la posibilidad desarrollar, adoptar e integrar mejores prácticas a favor del medio ambiente. Debemos entender que no somos los únicos que habitan este planeta y que nuestras acciones tienen un efecto sobre todos los ecosistemas.