¿Puedes recordar cuándo fue la primera vez que viste en vivo la inmensidad del mar?, ¿detalles como qué playa era, cómo se sentía la arena entre tus dedos, cuál era la temperatura del agua, el olor o quién estaba junto a ti en ese momento? En lo personal, yo no lo puedo recordar, pero conozco a seis niños que jamás lo olvidarán.
Joselyn, Ramses, Chepe, Nicole, Luis Ángel y Nadia, son 6 niños de entre 6 y 15 años, que a su corta edad, se han visto rodeados de momentos difíciles entre laboratorios, tratamientos y hospitales, debido a que han sido diagnosticados con algún tipo de cáncer que afecta su salud. Hace un par de semanas tuvieron la oportunidad de cumplir el sueño de viajar en avión por primera vez y conocer el mar, y nosotros de acompañarlos.
La aventura comenzó desde el aeropuerto; Dr. Sonrisas y Volaris, junto con sus embajadores recibieron en sus instalaciones a los niños con globos y serpentinas que anunciaban que ese día, algo especial estaba por ocurrir. Al subir al avión, la tripulación y los pasajeros sorprendieron a los pequeños con gorros de fiesta, narices y un cálido aplauso de bienvenida: unas vacaciones inolvidables estaban por iniciar.
Por supuesto la celebración no se hizo esperar, y durante el vuelo, a diez mil metros de altura, tres magos profesionales ofrecieron un espectáculo donde invitaron a los niños a participar, todos comimos pastel y hasta Kalimba, quien también nos acompañaba, se presentó con un par de canciones.
Al llegar al aeropuerto de Cancún los niños pudieron conocer con los pilotos el interior de la cabina de pilotaje, los embajadores de Volaris los acogieron de forma muy especial con regalos que encontrarían al recibir sus maletas.
Posteriormente llegamos al hotel Moon Palace Cancún, donde el personal nos recibió con un espectáculo de luces. Finalmente llegó el momento de conocer el mar, a los niños no les importó tener la ropa puesta, pues tan pronto como pudieron se metieron y comenzaron a jugar con el agua y con la arena.
Tal vez el recuerdo de la primera vez que vi el mar desapareció, pero puedo asegurar que esta ocasión fue como si lo volviera a conocer a través de sus ojos y su alegría. Los siguientes días los pequeños pudieron disfrutar del mar, de las albercas del club de playa, de liberar tortugas marinas, de un espectáculo a bordo de un barco pirata e incluso de nadar con delfines, todo esto junto a sus mamás, voluntarios y otros cómplices que hicieron esta experiencia posible.
Con estos seis niños se cumple un total de 150 sueños de conocer el mar de niños con alguna enfermedad grave. Dr. Sonrisas es la organización que se encuentra detrás de estas acciones, que no tendrían el mismo éxito sin la colaboración de aliados estratégicos como Volaris o Fundación Palace, quienes no solo patrocinan el transporte o la estancia, sino que procuran que se convierta en la mejor de las experiencias cuidando cada uno de los detalles.
“Hemos visto que después de esos momentos especiales que les regalamos, una vez que regresan, su cambio de actitud hacia la vida es muy diferente, así como su diagnóstico médico; muchas veces los doctores no tienen explicación de qué les pasó, pero empiezan a comer mejor y a recibir tratamientos. Es lo que hacen los sueños y lo que vale la pena hacer.” Afirmó Andrés Martínez, Director de Dr. Sonrisas.
Sin duda fue un viaje que dejó huella en la vida de los niños, bastaba ver la sonrisa que apenas cabía en sus rostros, pero también marcó la vida de todos los que pudimos compartir esos momentos.