Según datos de Naciones Unidas, a nivel mundial uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años experimenta un trastorno mental. Esto representa el 13% de la carga mundial de enfermedades en este grupo de edad, con la depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento como principales causas de enfermedad y discapacidad.
Múltiples factores intervienen en la salud mental de los adolescentes, incluyendo la exposición a la adversidad, la presión social para conformarse con los compañeros y la exploración de la identidad, de acuerdo con Mashable. Sin embargo, también redes sociales afectan salud mental de adolescentes y pueden tener un impacto negativo en su bienestar. ¿Qué pueden hacer las familias, empresas y otros grupos de interés para abordar el problema?
Redes sociales afectan salud mental en adolescentes
La adolescencia es un período crucial para el desarrollo de hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental. Estos incluyen adoptar patrones de sueño saludables, hacer ejercicio regularmente, desarrollar habilidades de afrontamiento, resolución de problemas e interpersonales y aprender a manejar las emociones.
No obstante, los médicos de primera línea que tratan la salud mental de los adolescentes se han apresurado a decir que, si bien las redes sociales y el uso de pantallas no son universalmente dañinos para sus pacientes, de hecho pueden conectar a los adolescentes con amigos y actividades satisfactorias, el tiempo de exposición sí puede ser un factor de riesgo.
Los especialistas de la salud han observado que muchos adolescentes hospitalizados con trastornos alimentarios utilizan sus teléfonos para buscar información en las redes sociales sobre cómo perder peso de manera poco saludable.
Pero aunque no hay una conclusión definitiva sobre el impacto del tiempo de pantalla en la salud mental de los adolescentes, los peores escenarios sugieren que el uso excesivo o dañino de la tecnología digital puede agravar los factores de riesgo que contribuyen a la ansiedad, la depresión y el suicidio en los jóvenes.
En otras palabras, aunque el tiempo de pantalla por sí solo no puede causar problemas de salud mental, puede actuar como un acelerador cuando se combina con otros factores de riesgo que experimentan los adolescentes, como la ansiedad, el estrés, la presión social, la violencia y la inseguridad económica, entre otros.
Abordar la crisis de salud mental de adolescentes
Un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en EE. UU. reveló que durante la pandemia de COVID-19 en 2021, las adolescentes experimentaron niveles récord de violencia sexual y tristeza. Esto es relevante, dado que durante la pandemia, las plataformas sociales fueron uno de los principales medios a los que la juventud acudía para interactuar.
Lo anterior es importante para que las empresas y el gobierno aborden cómo las redes sociales afectan la salud mental de los adolescentes y su urgente regulación a fondo. La presión política de los gobiernos puede ayudar a tomar medidas contra estos impactos. A pesar de esto, las familias también están buscando medidas para abordar la exposición de los adolescentes a las redes.
A principios de abril, TikTok anunció que comenzaría a establecer un límite de tiempo de pantalla diario de 60 minutos para las cuentas de usuarios menores de 18 años. Una vez que alcancen ese límite, deben ingresar un código de acceso para continuar.
Si bien el anuncio de las nuevas medidas ha sido bien recibido por los médicos especialistas en salud mental de adolescentes, también enfatizan que los padres no pueden depender únicamente de estas medidas y confiar en que sus hijos estarán bien en línea. En cambio, señalan los especialistas, los tutores de adolescentes deben comprender mejor a qué contenidos están expuestos y cómo pueden abordar esta problemática.
Daño a la salud mental, un problema en aumento
Hoet, director clínico de Ono Our Sleeves, un movimiento nacional para la salud mental de los niños, señala que aunque la salud mental de la juventud había mostrado disminución en EE. UU. antes de la pandemia, es posible que la pandemia haya exacerbado estos problemas existentes.
El aislamiento social, la pérdida de seres queridos, la incertidumbre económica y la transición al aprendizaje en línea probablemente hayan contribuido a los problemas de salud mental. Durante la pandemia, el tiempo de pantalla aumentó para los jóvenes. Un estudio encontró que los jóvenes de 12 a 13 años de edad pasaron el doble de minutos en tiempo de pantalla no relacionado con la escuela, es decir, 7.7 horas por día, que antes de la pandemia, y los jóvenes negros, latinos y de bajos ingresos informaron un mayor uso que sus compañeros blancos y más ricos.
«Muchos niños se ven a sí mismos como una marca, y se centran en esa marca y en cómo se presentan a los demás. Eso es mucha presión. Eso es mucho estrés 24/7».
Hoet, director clínico de Ono Our Sleeves.
Esta presión puede no ser obvia para los padres, que ven a sus hijos enviando mensajes de texto con amigos, publicando TikToks divertidos y explorando sus intereses en YouTube. Pero sentir que nunca pueden desconectarse podría estar erosionando la confianza de sus adolescentes o abrumando su cerebro en desarrollo, menciona Hoet.
Hoet dice que los padres pueden ayudar a aliviar algunas de estas presiones para los adolescentes buscando formas de fortalecer la relación de sus hijos con sus compañeros, así como sus propios lazos familiares, particularmente haciendo actividades fuera de línea juntos. Las relaciones positivas y satisfactorias protegen contra una serie de experiencias dañinas, incluida la intimidación y el trauma.
El Dr. Jason Nagata, pediatra que atiende a adolescentes hospitalizados con trastornos alimentarios en el Hospital Pediátrico Benioff de la UCSF en San Francisco, indica que no puede afirmar categóricamente que la exposición a las pantallas determine sentimientos dañinos en los adolescentes, pero se debe prestar mayor atención a la relación entre ambas.
Plataformas digitales necesitan crear espacios seguros para las personas
Al igual que Hoet, Betsy Kennard, psicóloga pediátrica de Children’s Health en Dallas, Texas, que trata a adolescentes que han estado experimentando pensamientos suicidas o han intentado suicidarse, cree firmemente que las compañías tecnológicas necesitan crear entornos más seguros para los adolescentes, pero también ve una oportunidad para que los padres protejan a sus hijos utilizando estrategias basadas en la conexión.
De acuerdo con ella, las familias pueden haber estado priorizando las actividades extracurriculares para sus hijos en lugar de tiempo individual o familiar, también pueden hablar abiertamente sobre la salud mental con sus hijos y modelar el uso saludable de la pantalla.
Finalmente, el hecho de que redes sociales afectan salud mental de adolescentes es una llamada nuevamente a los gobiernos y empresas para regular el contenido que se promueve en línea y que muchas veces está asociado a conductas dañinas, y trabajar por crear entornos digitales sanos y seguros para todas las personas.
