Un combustible hecho de residuos de dióxido de carbono, agua salobre y luz del sol suena a novela de ciencia ficción, pero la compañía automovilística alemana Audi afirma que logró desarrollarlo, y que solo tiene que mezclarse con un 15% de petróleo.
De acuerdo con BusinessGreen, este nuevo «combustible maravilla» ya se está fabricando en Nuevo México, en sociedad con la firma estadounidense de tecnología Joule. Lo mejor de todo es que los sistemas Audi TDI de diesel limpio podrán trabajar también con el nuevo combustible, sin tener que ser alterados.
Otra ventaja es que el nuevo e-etanol, a diferencia del etanol, no contiene masa biológica, por lo que no disminuye los campos de cosecha para uso humano. Por el contrario, sus componentes son totalmente renovables y puede producirse en desiertos remotos, lejos de campos de cultivo. El biocombustible es creado con organismos fotosintéticos que fueron modificados genéticamente para convertir, con ayuda de la luz del sol, el CO2 de desecho y aguas salobres en combustibles líquidos.
El biocombustible es una alternativa a los autos híbridos o eléctricos, los cuales no han tenido la popularidad esperada. De hecho, Toyota acaba de anunciar que desechó planes de expandir ventas de autos eléctricos.
Joule y Audi trabajan juntos desde 2011 para crear nuevas soluciones tecnológicas, y es evidente que en tan solo un año su sociedad ha dado sorprendentes resultados.