La adopción de cultivos biotecnológicos en México ha permitido que los productores que usan semillas genéticamente modificadas para algodón y soya obtengan ingresos por más de 121 millones de dólares acumulados en el periodo de 1996 a 2010, señaló Clive James.
El director del Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agrobiotecnológicas (SIAAA), informó que tan sólo durante 2011 se alcanzó un promedio de 175 mil 500 hectáreas de cultivos en el país, que representan un incremento de 146 por ciento en comparación con 2010.
Dijo que los avances en materia de biotecnología traerán un importante beneficio económico para el país, ya que anualmente México importa más de diez millones de toneladas con un costo promedio de hasta dos mil 500 millones de dólares, «monto que se podría aprovechar para el desarrollo del campo mexicano».
Consideró que México debe hacer valer la oportunidad de aplicar esta tecnología en productos como el maíz si lo que busca es garantizar la producción de alimentos que demanda su población.
Tras advertir que el reto del país será elevar la producción de alimentos para satisfacer la demanda de una población de 150 millones de habitantes en 2050, opinó que México se está rezagando en el uso de esta tecnología que ya se usa en 29 países, entre éstos 19 en vías de desarrollo, y que durante 2011 se utilizó en 160 millones de hectáreas.
Por ello, insistió, la interrogante ya no debe ser qué pasa si se usan cultivos biotecnológicos en México, sino qué pasará si no se usan, «y lo que pasará es que no serán partícipes de los grandes avances que el mundo».
Asimismo consideró que el gobierno federal debe invertir en instituciones como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, para que desarrollen este tipo de tecnología, así como contar con un sistema regulador basado en ciencia.
Permisos
Por su parte, el director de Agro Bio, Alejandro Monteagudo, informó que a la fecha se les han otorgado seis permisos para la siembra piloto en Sinaloa y Tamaulipas, y en las próximas semanas se podrían autorizar algunas para Chihuahua. Dijo que si bien las extensiones son pequeñas, la parte experimental ya ha demostrado la eficacia biológica y la equivalencia agronómica, y ahora se demostrará el costo beneficio tanto económico como ambiental.
«Si bien son áreas reducidas creemos que podemos obtener la información suficiente para sustentar los beneficios para los productores.»
Confió en que a más tardar a finales de este año se estarían otorgando los permisos para la etapa comercial que permita hacer una realidad más palpable a los productores.
En la actualidad, México ocupa el lugar 16 en el conteo mundial de adopción de la biotecnología agrícola en el mundo, con 175 mil hectáreas, mientras que Estados Unidos encabeza la lista con 69 millones de hectáreas.
Fuente: Financiero.com
Por: Héctor A. Chávez Maya.
Publicada: 28 de marzo de 2012.
