De los 29 millones 127,297 personas que trabajaron en condiciones de informalidad al primer trimestre de este año, seis millones 11,284 tienen grado de escolaridad media superior y superior, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Estos datos implican que 20.6% de la población que laboró en la informalidad tuvo alto grado de escolaridad, la proporción más alta desde 2005.
La información sugiere que tener mayor grado de escolaridad no es garantía en el país de emplearse en la economía formal.
Ganan menos
Los datos de la ENOE al primer trimestre de este año también muestran que la población ocupada en unidades económicas no registradas y/o sin acceso a la seguridad social ha aumentado gradualmente su nivel de escolaridad, pero gana cada vez menos.
En 2005, un trabajador informal tenía en promedio 6.9 años de escolaridad, nivel que aumentó 7.5 años en 2010; y en 2016, los años que estudió fueron de 8.1 años.
Sin embargo, en el primer trimestre de 2005, un empleado informal ganaba 29.5 pesos por cada hora que trabajaba a precios de hoy; en 2010, ese salario llegó a 28 pesos por hora y, en el mismo periodo de este año, el ingreso es de 27.9 pesos cada hora que labora.
Subocupación
Finalmente, el INEGI también reporta que la población ocupada con nivel de educación media superior y superior tiene necesidad de trabajar cada vez más horas, generalmente asociada a un insuficiente de ingreso, lo que se conoce como subocupación.
De los cuatro millones 36,186 personas subocupadas, un millón 39,173 reportaron estar dentro del más alto nivel de escolaridad, lo que representó 25.7% de los que tienen necesidad de trabajar más horas, también la proporción más alta para un primer trimestre desde 2005.
Estos datos llevan implícito el hecho de que la calidad del empleo de la población ocupada más educada del país no necesariamente está correspondiendo a los niveles de ingreso que están demandando.
Fuente: Excelsior