¿Cómo sería una competencia de natación sin agua? Es simplemente imposible imaginar los deportes acuáticos sin dicho elemento, el cual es primordial en cualquier disciplina de este tipo. Sin embargo, para los deportes de invierno esto podría ser posible, ya que debido al calentamiento global surge la duda de si habrá Juegos Olímpicos 2022.
Celebrados por primera vez en 1924, según datos de Expansión, este tipo de competencias podrían estar en peligro, dado que los ambientes (los climas gélidos) en los cuales se desarrollan son los más cercanos a desaparecer. Tan solo basta decir que de las 21 sedes que han albergado este evento, para 2050 solo 10 podrían volver a hacerlo sin utilizar nieve artificial.
Se calienta el mundo… ¿habrá Juegos Olímpicos 2022?
La crisis climática actual tiene un responsable: las actividades humanas. Según Greenpeace, en los últimos 30 años el grosor de los glaciales árticos ha disminuido en un 40%, lo cual provoca varias problemáticas, entre ellas, que la temperatura aumente, inundaciones y pérdida de agua no salada.
Los glaciares se forman de los copos de nieve que caen en una determinada zona y que no se derriten, la acumulación de nieve se comprime, y así se forman los grandes hielo que se encuentran en las regiones polares y son indispensables para la vida.
Los polos norte y sur son vitales para el clima de la Tierra, ya que actúan como sistema de refrigeración. La reducción de la cubierta nivosa hará que la Tierra absorba más calor del Sol y que las corrientes oceánicas cambien.
Agencia Europea del Medio Ambiente.
Por lo que cada vez hay menos escenarios en donde realizar los Juegos Olímpicos de Inverno, lo que significa no solo una amenaza para los deportes fríos, sino para toda la humanidad.
De ahí la importancia de cumplir con el ODS 13: Acción por el clima, el cual se está viendo comprometido debido a que no se ha trabajando lo suficiente en la reducción de los contaminantes.
Y es que el acuerdo logrado en la COP26, únicamente será un intento por evitar el “cambio climático severo”, sin direcciones sólidas por parte de las naciones para asegurar que no lleguemos a un punto crítico, puesto que el desgaste ambiental es inevitable.
Cabe destacar que de no mitigar los daños que ocasionan la extinción de los espacios fríos, las justas deportivas que los requieren podrían desaparecer, junto con toda la vida.
Nieve artificial al rescate
Beijing volverá a ser una ciudad olímpica ya que sí habrá Juegos Olímpicos 2022, sin embargo, se utilizará una gran producción de nieve artificial en la organización de la contienda, mucho más que en ninguna otra.
De acuerdo con un informe del Sport Ecology Group, se emplearán 100 generadores y 300 cañones de nieve que contribuirán a las pistas de esquí, el problema es que esto conlleva un gasto energético y de agua considerable, que podría ejercer un impacto sobre la sostenibilidad.
Ante ello, los Juegos de Invierno de 2022 deberían suscitar el debate sobre el futuro de las disciplinas que los conforman y de los límites de la fabricación de entornos naturales artificiales.
¿Qué disciplinas se perderían sin el hielo?
Con casi 100 años de historia, las disciplinas olímpicas invernales ofrecen un espectáculo visual impresionante, ya que conjuntan la resistencia humana con la belleza de paisajes que no son muy comunes.
Para Beijing, donde se realizarán los Juegos Olímpicos 2022, se podrán apreciar aún 16 deportes, empero, puede que estén en riesgo para eventos futuros de la misma índole, entre los que se encuentran los siguientes:
- Biatlón.
- Bobsleigh.
- Combinada Nórdica.
- Curling.
- Esquí acrobático, alpino y de fondo.
- Hockey sobre hielo.
- Luge.
- Patinaje artístico, de velocidad y de velocidad pista corta.
- Salto de esquí.
- Skeleton.
- Snowboard.
El futuro incierto…
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el círculo polar ártico representa el termómetro del cambio climático, por lo cual protegerlo y monitorear lo que sucede ahí es primordial.
Datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente afirman que en 50 años las temperaturas del Ártico se han duplicado, además de que los hielos más antiguos están desapareciendo.
Si bien para muchos podría parecer que al estar tan lejanos y poco habitados, los hielos más antiguos no son tan relevantes, no es así. Si perdemos los climas fríos, no solo ya no habrá Juegos Olímpicos invernales: todo lo que conocemos podría desaparecer. Por lo que el llamado a los líderes mundiales para lograr el -1.5°C debe convertirse en una exigencia aún más rígida.
