La seguridad vial es un tema crucial en la era de la tecnología automotriz, y la presencia de Tesla en este escenario plantea preguntas fundamentales. ¿Es la tecnología de Tesla, específicamente su sistema de asistencia al conductor Autopilot, un aliado en la búsqueda de carreteras más seguras, o representa un riesgo para la seguridad vial? La reciente retirada de más de dos millones de vehículos Tesla por parte de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) arroja luz sobre este dilema.
¿Por qué se retiran 2 millones de autos con el Autopilot de Tesla?
La decisión de retirar más de dos millones de autos con el Autopilot de Tesla surge como resultado de una exhaustiva investigación de dos años llevada a cabo por la NHTSA. Dicha indagación se centró en los incidentes ocurridos mientras el sistema de asistencia al conductor estaba en funcionamiento, revelando defectos significativos en su diseño y operación.
A través de la revisión de 956 choques a lo largo relacionados con estos automóviles proporcionó datos cruciales para la conclusión de que el control del sistema puede no ser suficiente para prevenir el mal uso por parte del conductor. Es decir, la NHTSA encontró que el sistema presentaba fallas en su sistema de monitoreo del conductor, encargado de detectar la atención del mismo. Lo cual es un factor clave en los accidentes registrados durante el uso del sistema.
Por ello, se busca retirar prácticamente todos los vehículos Tesla vendidos en los Estados Unidos desde el lanzamiento de Autopilot en 2015. La magnitud de esto refleja la seriedad con la que se toma la seguridad en Tesla y plantea cuestionamientos sobre la eficacia de la implementación de tecnologías avanzadas en la industria automotriz actual.
¿Cuáles son las propuestas de Tesla?
Ante la retirada masiva vehículos con el Autopilot de Tesla, la compañía, liderada por Elon Musk, ha respondido con una solución que destaca la agilidad de la tecnología moderna: una actualización de software «over the air». Lo cual permitiría la corrección de las deficiencias del sistema Autopilot de manera remota, sin la necesidad de que los propietarios acudan a un concesionario.
La actualización de software se dirige específicamente a la parte del sistema Autopilot llamada Autosteer, que juega un papel crucial en el mantenimiento del automóvil en el carril correcto. De esta manera, el componente de monitoreo del conductor, señalado como parcialmente defectuoso, será objeto de mejoras mediante esta actualización.
Además de corregir las deficiencias identificadas, Tesla planea incluir alertas y monitoreo adicionales destinados a fomentar la atención del conductor mientras Autosteer está activado. Esta medida sugiere un enfoque proactivo por parte de Tesla para abordar no solo los problemas específicos señalados por la NHTSA, sino también para reforzar la seguridad general de la tecnología Autopilot.
Aunque el proceso se denomina como una actualización, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) lo clasifica como una retirada, subrayando la seriedad con la que se aborda la situación.
La tecnología de Tesla y la RSE
A pesar de las soluciones propuestas, las críticas persisten. Lukasz Krupski, un ex empleado de Tesla y ganador del Blueprint Prize por su papel como informante, ha expresado preocupaciones sobre la seguridad de la tecnología, sugiriendo que tanto el hardware como el software no están debidamente preparados.
Asimismo, con la investigación realizada al sistema Autopilot de Tesla, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) ya identificó defectos, específicamente en su capacidad para monitorear la atención del conductor. Este hallazgo conlleva la pregunta inevitable: ¿hasta qué punto Tesla es responsable de los resultados de su tecnología?
Aunque Tesla defiende la seguridad de Autopilot, destacando métricas que sugieren menos accidentes cuando el sistema está activado, esta es la segunda vez en el año que los vehículos Tesla están sujetos a un llamado a revisión. Sin embargo, algunos analistas, como Susannah Streeter de Hargreaves Lansdown, argumentan que no debería impactar significativamente en el impulso de la compañía.
La capacidad financiera de Tesla para implementar soluciones y su afirmación de que la seguridad es una prioridad pueden amortiguar el impacto, pero el incidente resalta la necesidad de una revisión más profunda de la seguridad y la responsabilidad en el desarrollo y despliegue de tecnologías automotrices avanzadas.