Las técnicas de geoingeniería para enfriar la Tierra, como instalar espejos parasoles gigantes en el cielo, enviar azufre a la atmósfera y fertilizar los océanos con hierro, sí contribuyen a luchar contra el cambio climático, revela un estudio realizado en la Universidad de East Anglia (París).
Los resultados se publican en la revista Atmospheric Chemistry and Physics Discussions.