Mediante el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) generó un sistema para llegar a convertirse en una institución sustentable.
El proyecto –que se ha patentado y ya se aplica en escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), 10 secretarías de Estado y la Cámara de Diputados– se basa en atender y corregir fallas en cuatro rubros: energía, agua, separación de residuos y consumo responsable (las llamadas compras verdes).
Mireya Imaz y Luis Gutiérrez, coordinadora e integrante del PUMA, respectivamente, señalaron que las características que hacen sustentable a una casa de estudios son: el cuidado del agua, la energía y las áreas verdes; la recuperación de residuos, las compras verdes, la implementación de construcciones sustentables, la administración electrónica y la movilidad.
Primeros resultados
El sistema que se aplica en la UNAM se basa en cuatro de esos ejes. Ha sido un esfuerzo titánico del PUMA mediante el convencimiento de la comunidad universitaria, pero sobre todo contra muchas inercias. El proyecto tiene tres niveles de medición: básico, azul (medio) y oro (alto). Hasta ahora han sido evaluadas 73 entidades de la casa de estudios, nueve escuelas del INBA, dependencias gubernamentales y el recinto legislativo de San Lázaro.
Las brigadas de este programa han recorrido el equivalente a 1.4 millones de metros cuadrados, tanto en Ciudad Universitaria como en otras entidades.
Al hacer el balance de energía, los brigadistas identifican el número de luminarias y contactos, qué tipo de focos hay, qué tipo de aparatos electrónicos existen en las oficinas, cubículos, pasillos, aulas, etcétera, con el fin de sustituir los de alto consumo energético. Han logrado que 80 por ciento del equipo con que cuenta la UNAM sea compatible con el ambiente.
También se han sustituido sanitarios para lograr que 90 por ciento sean ahorradores, con descargas menores de seis litros en excusados y de tres en mingitorios.
Asimismo, el PUMA inició en 2013 un proyecto piloto para remplazar los botes de desechos comunes para ayudar a la recuperación y reciclado de la basura en dos facultades, la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia y en la zona de posgrado. Se sustituyen los depósitos tradicionales y se eliminan los de salones y oficinas; se colocan cuatro tipos de botes de basura en espacios exteriores para desechos orgánicos; PET y PEAD; Tetra Pack, aluminio y vidrio, y de otros residuos. En sitios interiores se agrega el de papel y cartón, para evitar que se moje con la lluvia.
Se pretende recuperar la tercera parte de los residuos no orgánicos que se generan en la UNAM y la cuarta de los orgánicos (que se llevan a la planta de composta), además de evitar que lleguen al basurero las dos terceras partes de los residuos en general.
Entre los lineamientos de compras verdes destacan: evitar la compra de productos de unicel y fomentar el reciclaje de papel, que puede cambiarse por otro de nuevo uso.
Fuente: La Jornada