Ayer por la noche asistí al estreno de Avatar, la última cinta de James Cameron y, según se dice, la producción más cara de la historia (alrededor de $400 millones de usd.)
Si bien en los aspectos cinematográficos es grandiosa en muchos sentidos, ello no justificaría su presencia en este espacio, por lo que hay que decir que, dejando de lado esos aspectos, Avatar es un cinta que todo aquel gustoso de los temas de la responsabilidad social o el medio ambiente debería de ver.
En ella, se narra el intento de explotación por parte del ser humano, de un planeta llamado Pandora, mismo que contiene un material altamente valioso para la humanidad.
En el argumento, la gran desgracia de ello es que, pese a estar ambientada en el futuro, el hombre sigue siendo la misma bestia y trata de explotar el recurso sin respeto por los ecosistemas del mundo al que llega. Así, es factible ver, justo como sucede actualmente, la lucha de poder entre dos grupos, aquellos que defienden la explotación racional y respetuosa del recurso y aquellos que incluso, están dispuestos a usar el abuso, la violencia y la guerra para lograrlo. (Es inevitable pensar al verla, en tantas invasiones bélicas que han tenido lugar en nuestra historia por estas causas.)
Por otro lado y, en una postura un tanto más filosófica, los habitantes de este mundo, una especie de indígenas llamados Na’vi, tienen la creencia que ellos mismos son parte de un todo, al lado de los árboles, los animales e incluso el espíritu de su tierra. (Esto es un poco la hipótesis de Gaia, que algunos científicos actuales mantienen; dicha hipótesis postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando al entorno.)
En las escenas de la película es factible ver la actitud destructiva y depredadora del hombre por obtener los recursos; incluso en una de las escenas se habla de que, en ese futuro, la humanidad ha matado por completo el espíritu de su mundo y lo ha saqueado al grado de hacerlo inútil y sin vida. Me pregunto si el estreno de la cinta tiene alguna relación con la coincidencia en fechas con el final de la cumbre de Cambio Climático donde se logró un acuerdo significativo, aunque no suficiente sobre el tema, debido obviamente a los intereses económicos e industriales de las naciones.
Una gran cinta y, definitivamente, una obligada para todo aquel que pretenda entender un poco a aquellos que desde sus grupos activistas, de sus ONG´s o de los mismos departamentos de RS de las empresas, pugnan actualmente por lograr lo que llamamos un desarrollo sostenible.
Yo tambien vi Avatar y me gustó mucho. Me encanta la ciencia ficción. La idea de los avatares es muy atractiva, y la pelicula muestra los desafíos de la bioética y de la ciencia al servicio del peor postor. La propuesta estética es excelente, me refiero a las imagenes, al diseño de las personas, los habitantes originales, y los paisajes. El medio ambiente aunque concebido desde lo terrenal, me asombró por su belleza y los juegos de luces. Mi mamá, de 83 años, me comentó al final. «Imagino, que así debe haber sido cuando los españoles llegarona a conquistar Tenochtitlán. Me gustó ver que en esta película se da la esperanza de un cambio en la vision de los vencidos. Aquí, los vencidos son los ajenos a esas tierras». No sólo algunos cientificos, en torno al concepto «GAIA», suponen que la tierra está viva; también las cosmovisiones prehispánicas o preeuropeas, en muchos lados del mundo, conciben que nuestro planeta es un ser vivo, y que todos los demas seres, estamos relacionados con el planeta o la naturaleza; o los planetas y las naturalezas, la diversidad. La teoría de la incertidumbre y los avances en la fisicas cuántica apuntan al impacto que se ejerce sobre el otro o la otra. Ello me recordó la definición de RS de iso 26000, Y me encantó ver a la cientifica impulsando al soldado a entender la relacion que sostenían los habitantes originales, «los legítimos moradores –no se sentían dueños, ese concepto no existia para ellos– de Pandora, relacionarse con todo y todos los seres.
Creo que quienes nos interesamos por la RS, que es una propuesta para la construcción de la paz, disfrutaremos viemdola. Es algo violenta como lo es el gusto de estos tiempos, pero la historia de amor es linda y plausble, También lo es la toma de conciencia de los forasteros que llegan atraidos por las riquezas del suelo –clara referencia a la problemática de las minas, para una gestion sustentable–. Y especialmente el cambio de comportamiento, de conducta, la ética en la decision del soldado –de varios soldados– y los científicos, que deciden abandonar los valores destructivos y de conquista y sumisión de lo diverso y lo ajeno, para respaldar la vida, y valorar lo ajeno sin sentir que hay que aprovecharlo; que vale solamente vivirlo y disfrutarlo. Salimos con una sonrisa, esperanzadas, por la posiblilidad de cambio. Ojalá que los tomadores de decisiones la vean y se dejen influir por las enseñanzas de solidaridad, amor y profunda espiritualidad de los habitantes originales. Especialmente aquellos que fueron a Copenhague y vendrán a México Mi deseo de Año Nuevo es que se dejen tocar por la belleza de la vida sin sentir que por que creen que pueden, tienen que apoderarse de todo lo que brilla, sea o no de los y las demás.