Ahora que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ya son una meta que varias compañías están implementando en sus estrategias, estamos comenzando a ver las primeras iniciativas que tienen como propósito el desarrollo de un futuro sustentable. Los ODS apenas se pusieron en marcha a inicios de este 2016 y forman parte de la Agenda 2030, por lo que es muy temprano para tener resultados contundentes… al menos eso es lo que creíamos.
Hace unos días, Bacardí hizo un anuncio muy importante: ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 50%.
https://www.youtube.com/watch?v=xnaoU4gzCNE
Disminuir la intensidad de las emisiones contaminantes de sus operaciones es un gran triunfo para la marca, y lo mejor de todo es que lo lograron antes de lo planeado, un año antes para ser más exactos.
De acuerdo a un comunicado de prensa que lanzó la compañía, y que reportó Bernews, el CEO de Bacardi Limited, Mike Dolan, afirmó: “Propusimos una meta ambiciosa de responsabilidad social empresarial (RSE) y la alcanzamos casi 15 meses antes. No solo logramos el objetivo, lo superamos por medio de ideas innovadores, trabajo duro y gracias a la pasión de todos los empleados de Bacardí”.
Este 50% de reducción de emisiones GEI formaba parte de las metas del programa Good Spirited, que engloba las iniciativas sostenibles de la marca, y debe celebrarse como lo que es: un paso gigante hacia el desarrollo de un mundo sustentable. Este avance ambiental es el equivalente a quitar de las calles 15 mil automóviles al año, disminuir el consumo de aproximadamente 165 mil barriles de aceite anualmente, o instalar 18 turbinas eólicas.
¿Cómo logró Bacardí este objetivo?
Roma no se hizo en un día y el triunfo de la empresa tampoco. Requirió de un gran esfuerzo que involucró a todas las áreas de la compañía –desde las destilerías hasta las oficinas– para conseguirlo y, por supuesto, la planificación de la iniciativa fue bien estructurada. La mayoría de los proyectos que realizaron se concentraron en el uso de energías renovables, como las ya mencionada turbinas eólicas y los sistemas de recuperación de calor. Calderas de biomasa –que pueden ahorrar hasta la mitad del uso de combustible– fueron colocadas en las instalaciones de Tequila Cazadores® y los whiskies Aberfeldy® y Royal Brackla®. De estas tres, la destilería de Cazadores en México es la más sustentable, ya que el 100% del combustible que utiliza es de biomasa y, de acuerdo con el comunicado de la compañía, nada se desperdicia pues las mismas cenizas de la caldera se utilizan para fertilizar la tierra de los campos de agave.
No nos vamos a detener aquí. Estamos enfocando nuestro trabajo hacia un impacto cero a través de toda la cadena de valor en la producción de nuestras marcas globales. Nuestro objetivo es devolver al medio ambiente tanto como utilizamos. –Jean-Marc Lambert, vicepresidente senior de Operaciones Globales, Bacardí.
Tanto el mejoramiento de las fuentes de energía utilizadas, la instalación de calderas de biomasa y las continuas auditorías que tuvo la empresa, contribuyeron a que los métodos de sus operaciones se refinaran y consiguieran alcanzar la meta de reducir las emisiones antes del 31 de diciembre del 2017.
Disminuir sus emisiones GEI no es el único adelanto de la marca, la cual desde el 2006 también ha conseguido mejorar la eficiencia en su consumo de agua en un 46%. Esto tiene que ver con los tres objetivos específicos del programa Good Spirited, que se enfocan en el abastecimiento responsable de recursos, empaques ecofriendly y eficiencia operacional.
Con el éxito bajo el brazo…
¿Qué sigue para Bacardí?
Este no es el fin de las iniciativas sustentables de la empresa. Los nuevos objetivos de Bacardi estarán alineados con la 21ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se adoptó a finales del año pasado en París. Igualmente, seguirá apoyando los ODS de la ONU.
Esto es tan solo el primer peldaño de muchos que les toca escalar. La marca promete que la infraestructura de sus operaciones continuará fusionándose con la sustentabilidad, y las destilerías “verdes” seguirán transformándose en realidad.