Los estragos de la mala economía de México son evidentes. Hace muchos años las personas confiaban en las pensiones otorgadas por el gobierno, ya que este ingreso resultaba suficiente para vivir adecuadamente durante la vejez.
No obstante, con el paso de los años la situación ha cambiado. La cantidad de adultos mayores va en aumento y su economía en deceso, hecho que provoca una inestabilidad económica y desequilibrio en las pensiones.
El sistema de pensiones se encuentra en constante movimiento: en el pasado las pensiones eran otorgadas a las personas mayores de 60 años, posteriormente a los 65, y el actual gobierno decidió que fuera a los 68.
Estos cambios se han realizado debido a que la esperanza de vida ha incrementado.
Animal Político, publicó recientemente la historia de una persona que recibe su Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (programa gubernamental).
Se trata de Félix Saucedo de 78 años. Trabaja seis días a la semana durante seis horas. Él recibe una pensión de $2500 pesos cada dos meses. Vive en el Estado de México y afirma que no ha dejado de recibir este apoyo. A pesar del cambio de gobierno, él siempre cuenta con su depósito.
Aunado a esto, también cuenta con su pensión por parte del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social). La cantidad que le otorgan es de $2500 pesos mensuales: compensación por haber trabajado durante 27 años en un expendio de desperdicios industriales.
Si suma ambas cantidades, su ingreso mensual aproximado es de $3750, cantidad que no le es suficiente para vivir, situación que lo ha llevado a laborar como empacador en un supermercado de la plaza comercial Mundo E.
Don Félix trabaja seis horas seis días a la semana: de 12:00pm a 5:00pm. Menciona que hay días de trabajo pesado como sábado y domingo, en donde su agotamiento llega al máximo, teniendo únicamente el viernes como descanso.
La situación resulta complicada, y más aún cuando el supermercado no le otorga un salario fijo. Él solo recibe lo que gana por sus propinas: un ingreso entre $200 y $300 pesos diarios. El dinero recibido lo utiliza para él y su esposa.
«Mi esposa no tiene necesidad de trabajar ahorita. Ella prefiere estar en la casa y así cocina. Tiene 65 años; pensábamos que este año le tocaba también su pensión, pero ahora tendrá que esperar tres años más, hasta los 68 como lo estipuló el nuevo gobierno”.
Seguimos entregando los #ProgramasBienestar para garantizar la igualdad de oportunidades en todo México.
— Gobierno de México (@GobiernoMX) May 5, 2019
Hoy estuvimos en Sabinas y Ciudad Acuña, Coahuila. Desde @bienestarmx apoyamos a más de 183 mil adultos mayores y a 13 mil coahuilenses con discapacidad.#QueremosBienestar pic.twitter.com/iOxy1Y3YD6
Pensionados en México
Los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los hogares (ENIGH) indican que en 2016 había en México 9.6 millones de personas de 65 años y más (8% de la población total).
2.9 millones (31%) tuvieron ingresos de una pensión contributiva (1.2 millones de mujeres (23%) y 1.8 millones de hombres (40%)) a través de los institutos como el Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), u organismos como el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM) y Pemex.
4.7 millones (49%) recibían ingresos por pensiones no contributivas, es decir, beneficios sociales como el Programa Pensión para Adultos Mayores, u otros estatales y municipales de tipo asistencial.
Hasta 2016, la cobertura era de 7.1 millones de personas (74% de las de 65 años y más). Solo 6% de los adultos mayores tenía ambas, contributiva y de apoyo social, y 26% no reportaba ingresos por ninguna de estas dos.
De acuerdo al estudio Ingresos y Gastos del Adulto Mayor en México de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), la falta de cobertura del sistema de seguridad social y los bajos montos de pensión, o la falta de esta, son factores que han llevado a mantener económicamente activos a las personas de este sector.