El ejemplo de este banco, allanado por acusaciones de greenwashing, muestra que reguladores y formuladores de políticas se han comprometido a tomar medidas drásticas contra las empresas que realicen afirmaciones exageradas o falsas sobre aspectos de sostenibilidad. ¿Es esto una advertencia contra las prácticas engañosas en las inversiones? Al parecer sí, y va en serio.
Recientemente, la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) anunció una millonaria sanción a la BNY Mellon Investment Adviser por posibles prácticas de lavado verde. Pero al parecer no es el único caso, en Alemania ha sucedido algo similar.
A la caza contra greenwashing
De acuerdo con el portal Bloomberg, personal de seguridad ingresó a los edificios, así como a las instalaciones cercanas de la división de gestión de activos de DWS Investments, perteneciente al mayor prestamista alemán: Deutsche Bank. ¿El motivo? Acusaciones de greenwashing contra el administrador de recursos.
DWS se ha enfrentado a investigaciones regulatorias en EE. UU. y Alemania después de que su exdirectora de sostenibilidad, Desiree Fixler, alegara que la compañía infló las credenciales ESG.
Fixler señaló que las afirmaciones de que cientos de miles de millones de los activos bajo administración estaban «integrados en ESG» eran engañosas, porque la etiqueta no se tradujo en una acción significativa por parte de los administradores de fondos relevantes. Si bien, DWS ha dejado de usar esta categoría, ha estado en la mira de las autoridades.
Fue así, que, desde enero de este año, la fiscalía de Fráncfort comenzó una investigación exhaustiva desencadenada por informes sobre las afirmaciones de la ejecutiva. Desde entonces, se encontraron indicios suficientes de que «contrariamente a las declaraciones en los folletos de venta de los fondos DWS, los factores ESG en realidad solo desempeñaron un papel en una minoría de las inversiones».
Banco allanado por acusaciones de greenwashing
Las indagaciones no terminaron ahí, el escalón más alto de Deutsche Bank también se ha visto envuelto en el asunto del lavado verde. Los reguladores que investigan han preguntado al prestamista sobre el papel del director ejecutivo adjunto, Karl von Rohr, destinatario principal del correo electrónico de Fixler, donde ella expresó por primera vez sus inquietudes de ESG.
Según personas familiarizadas con el tema, poco después de despedirla, von Rohr organizó una auditoria externa que despejó los reclamos sobre DWS, que había destacado Flixer.
Al respecto, Fixler ha celebrado la investigación de la policía alemana, después de haber sido despedida en marzo del 2021, bajo el argumento de que el personal de su unidad no había progresado lo suficiente.
Me complace ver que esta investigación se está profundizando para obtener más evidencia.
Desiree Fixler, ex directora de sostenibilidad de DWS.
Por su parte, DWS y Deutsche Bank dijeron que han cooperado con los reguladores y las autoridades en el pasado y que continuarían haciéndolo. DWS ha negado repetidamente las acusaciones de engañó a los inversores.
¡Aguas greenwashing!
Para el director ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing, el banco allanado por acusaciones de greenwashing, es un ejemplo claro de alto perfil de los prestamistas que enfrentarán consecuencias legales por el lavado verde.
Pese a que Sewing ha buscado durante mucho tiempo deshacerse de fuertes multas de Deutsche Bank y reparar las relaciones con los reguladores, ha surgido una serie de problemas nuevos desde que asumió el cargo hace cuatro años.
Tras la redada, las acciones de DWS cayeron más del 5% y las de Deutsche Bank descendieron hasta un 2.6%. Aunque DWS cotiza en bolsa, Deutsche Bank posee una participación de casi el 80%.
Los gestores de fondos han acumulado rápidamente miles de millones de dólares en activos destinados a conseguir una imagen ambiental o social, lo que ha provocado un mayor escrutinio sobre cómo las corporaciones definen y aplican los estándares ESG.
Por ello, organismos de control y regulación están comenzando a apretar los tornillos. Al respecto, la SEC ha propuesto un par de cambios en las regulaciones, destinados a acabar con las reclamaciones de fondos ESG infundadas. Mientras que en la Unión Europea se está trabajando en una definición legal de «lavado verde» para respaldar la acción de cumplimiento. ¿Será el fin del greenwashing?