De acuerdo con la información proporcionada por The Guardian, cuatro de las entidades financieras más grandes a nivel mundial han optado por abandonar los Principios del Ecuador, los cuales son un conjunto de estándares voluntarios y principios de gestión de riesgos ambientales y sociales para proyectos financieros, especialmente en el sector de la energía y la infraestructura.
La finalidad de esos principios es que las instituciones financieras aborden los riesgos ambientales y sociales en las naciones donde son financiados proyectos de minería y combustibles fósiles, garantizando el cumplimiento de las normas medioambientales mínimas.
Aunque los Principios del Ecuador no poseen carácter legal, han estado vigentes por más de dos décadas y establecen un marco básico de estándares ambientales que los bancos se habían comprometido a seguir al financiar proyectos extractivos que generan contaminación.
Desafíos en la sostenibilidad: La falta de compromiso de los bancos con las normas medioambientales mínimas
Entre los bancos que abandonaron el grupo de instituciones que firmaron los Principios de Ecuador, se encuentran Citi, Bank of America, JPMorgan Chase y Wells Fargo.
Esta acción forma parte de una tendencia preocupante entre los bancos con sede en Estados Unidos de retroceder en sus compromisos relacionados con el clima y las comunidades vulnerables afectadas por sus acuerdos de financiamiento, desviándose del cumplimiento de las normas medioambientales mínimas.
Las normas medioambientales mínimas representan un conjunto de reglamentos destinados a salvaguardar y conservar el entorno natural. Estas directrices abarcan diversos aspectos, desde la calidad del aire y del agua, hasta la gestión de desechos y la preservación de la biodiversidad.
Richard Brooks, director de finanzas climáticas de Stand.earth, comentó:
«Es una medida muy preocupante, por parte de algunos de los mayores bancos de financiación de combustibles fósiles del mundo, abandonar un conjunto mínimo de estándares que los propios bancos han establecido. Es a la vez éticamente impactante y financieramente irresponsable. Cada vez es más evidente que a estos bancos no les importa nada más que el resultado final».
Richard Brooks, director de finanzas climáticas de Stand.earth.
De acuerdo con Adele Shraiman, senior en la campaña de finanzas libres de fósiles del Sierra Club, lo anterior es una muestra cobardía que muestra cómo Wall Street está cediendo a la presión de los extremistas que niegan el clima, en vez de mantener firmes sus compromisos climáticos y de derechos humanos básicos.
La importancia de que los bancos cumplan con las normas medioambientales mínimas
Los bancos desempeñan un papel crucial en el cumplimiento de las normas medioambientales mínimas, al respaldar financieramente proyectos y empresas que respetan los estándares medioambientales, fomentando la inversión en iniciativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Por otra parte, las instituciones bancarias están sujetas a regulaciones medioambientales, dado que sus actividades pueden tener un impacto significativo en el entorno, ya sea a través de la financiación de sectores contaminantes o de prácticas financieras poco éticas.
Las normas medioambientales y la industria bancaria están íntimamente vinculadas en la búsqueda de un crecimiento económico sustentable. Cuando los bancos priorizan la inversión en iniciativas sostenibles, contribuyen a la creación de empleo, el desarrollo de tecnologías limpias y la promoción de una mayor eficiencia en el uso de recursos.
Al integrar criterios de ESG en sus decisiones, influyen de manera positiva en la transición hacia una economía más verde y resiliente.
Un enfoque hacia el capitalismo despierto e inversión en transición
Los estados republicanos han enfocado su atención en el «capitalismo despierto» y han implementado medidas para aprobar leyes que buscan boicotear a los bancos e inversores que adoptan inversiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). BlackRock, el mayor administrador de activos del mundo, solía respaldar firmemente los principios de ESG, pero ahora se refiere a la «inversión en transición».
La inversión en transición implica dirigir fondos hacia empresas y proyectos que están en proceso de transición hacia prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente: este enfoque apoya a las entidades que están implementando medidas para reducir su impacto ambiental y social, como la disminución de emisiones de carbono, la adopción de energías renovables y la mejora de sus prácticas sostenibles.
Por otro lado, los principios ESG son un conjunto de estándares voluntarios que abordan aspectos ambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones de inversión. Estos principios orientan a inversores y empresas para considerar no únicamente los aspectos financieros, sino también los impactos sociales y ambientales de sus actividades. La integración de los principios ESG en las estrategias de inversión busca promover prácticas financieras más sostenibles, éticas y responsables.
En conclusión, tanto la inversión en transición como los principios ESG juegan un papel crucial en el impulso de la inversión responsable y sostenible, teniendo en cuenta no únicamente el rendimiento financiero, sino también el impacto social y ambiental de las decisiones de inversión.