Después de la tragedia suscitada durante la premier de Batman en Denver, Colorado, donde 12 personas murieron y al menos 50 resultaron heridas, muchas interrogantes y críticas giran alrededor de la Responsabilidad de Warner Bros. Pero ¿qué grado de responsabilidad tiene el estudio cinematográfico ante este violento suceso? ¿El contenido de la película es lo suficientemente agresivo para detonar un ataque contra sus espectadores?
La madrugada del 20 de Julio un ataque masivo terminó con lo que sería uno de los estrenos más esperados para este año: Batman, «The Dark Knight Rises».
En Estados Unidos, Warner Bros. retiró de las salas el tráiler de la película «Gangster Squad», que contenía una escena de un tiroteo en el interior de un cine, una situación parecida a la acontecida esa misma noche. Junto a esta acción, la compañía estadounidense emitió un comunicado en el que ofrecía sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas.
En efecto, el contenido de este último filme de Batman es bastante violento. De hecho, el 80% de las escenas proyectadas son de esta naturaleza. A pesar de esto, especialistas negaron que el cine pueda causar cambio de actitudes, y comentaron que lo sucedido tiene que ver con una descomposición social.
“Su reacción fue producto de un trastorno mental. James Holmes, presenta rasgos de psicopatía al no sentir culpa alguna por matar gente y sin duda alguna vive fuera de la realidad. Lo más probable es que esta persona haya estado obsesionada desde su infancia con los cómics y las películas de Batman, y por lo mismo haya hecho suyo el personaje de El Guasón”, precisó la psicóloga Alicia Méndez.
Si bien es cierto que la película genera un ambiente de tensión y violencia en el público, también es una cinta que genera reflexión social.
La Fundación Wayne, es una organización no gubernamental que hace constantes donaciones a instituciones que albergan a niños huérfanos y ayuda a la comunidad. Batman, el mismo personaje que se dedica a combatir el crimen y busca la justicia en Ciudad Gótica, es quien dirige las acciones de esta organización.
Además, la trama de la película gira en torno a un problema ambiental que no está nada alejado de la realidad: la búsqueda de energía sostenible.
Bruce Wayne, es dueño de un reactor, capaz de generar energía sustentable para toda la ciudad, por ello se convierte en el objetivo de muchos inversionistas del país; desgraciadamente el enorme poder que tiene, también lo vuelve una potencial arma nuclear. Este proyecto de Wayne consume la mitad de su riqueza, pero cuando él y Foxx, su jefe de tecnología, descubren los riesgos que podría implicar si cayera en manos equivocadas, es ocultado en una guarida subterránea y la explicación para hacerlo es que el proyecto fracasó.
Existen dos polos opuestos dentro de la cinta. Por un lado, el Caballero de la Noche, que lucha contra el crimen (sin usar armas), sostiene orfanatos y ayuda a la comunidad, y por si esto fuera poco, su fundación crea un sofisticado centro de energía sustentable que mantendría a la ciudad entera y la libraría de emisiones de CO2. Y por otro lado, el polo oscuro que genera violencia en su búsqueda por acabar con la ciudad y convertir el proyecto de Wayne en el fin de todo.
Muchas interrogantes podrían quedar sin responder en torno a la tragedia suscitada en Estados Unidos, y en torno a la responsabilidad de Warner Bros. o de cualquier otro estudio respecto a la violencia que generan o no en los espectadores películas como “El Caballero de la Noche asciende». Sin embargo, limitar estas expresiones cinematográficas sería un atentado a la libertad de expresión; por otro lado, la película también impulsa entre su contenido la Filantropía, la Responsabilidad Social y la necesidad de proteger el Medio Ambiente… y de ello no hay nadie quejándose ¿o sí?
Por: Isela Maya; colaborador en Expok
Por otra parte comentaban en un reportaje, ¿qué hay de las políticas de armas en Estados Unidos?,