Por Antonio Tamayo Neyra
Como una apreciación personal y sin el rigor de un estudio académico o algo similar, en los diversos medios que hablan sobre este tema, la gran mayoría de las organizaciones que ahí aparecen es con información sobre sus actividades que realizan al exterior, que si bien es algo positivo, también desafortunadamente en algunos casos es solo mercadotecnia con el propósito de crear o aumentar su buena imagen.
Y por el contrario, poco se habla o menciona sobre como gestionan la responsabilidad social dentro de la empresa, primordialmente con los denominados grupos de interés internos los cuales vienen a ser sus empleados.
Siendo más específicos, el cómo se manejan y desarrollan las relaciones laborales que impactan finalmente en el bienestar laboral.
Es lamentable que todavía existan empresas con el modelo Tayloriano, en donde además el dinero es el medio que se maneja como el único o el más importante incentivo para la administración del personal. Se rigen con el paradigma que el único interés del empleado es la retribución y el monto de la misma, considerando todo el aspecto social como algo de menor importancia.
Todo lo anterior lo replanteo en forma de pregunta: ¿Qué importancia se le otorga al bienestar laboral? O más aún: ¿Es el bienestar parte de la responsabilidad social?
Sobre la respuesta a la primera pregunta hay que considerar la cantidad de horas que se está físicamente en el centro de trabajo, las presiones que existen para la realización del trabajo, los logros alcanzados y las frustraciones por algo que no se pudo realizar, el reconocimiento por esos logros, el ánimo para acudir diario, el ambiente que se gesta con los compañeros y el jefe. ¿Qué tanta atención ponen los directivos y jefes de cualquier organización a los aspectos antes mencionados?
Por lo antes señalado, considero en respuesta a la segunda pregunta que el bienestar laboral es un aspecto medular de la responsabilidad social, precisamente porque se refiere a la parte social aunque suene tautológico. La empresa está integrada por seres humanos, es un lugar de convivencia social, en donde el dinero debe ser un medio para el logro de objetivos, y no un fin en sí mismo.
El bienestar laboral que comúnmente es medido mediante el clima laboral es lo que de alguna manera le da sentido a la empresa como organización humana, algo que frecuentemente es olvidado por considerar el aspecto pecuniario como la principal unidad de medida para las relaciones humanas, incluyendo en ellas las relaciones laborales.
Y si bien es cierto que cualquier empresa tiene diversos grupos de interés, el primordial es seguramente su personal, ya que las acciones u omisiones que realice esté último, tendrán repercusiones en todos los grupos externos a la empresa.
Por todo lo antes señalado, la responsabilidad social es necesario que empiece dentro de la empresa, y la forma como se gestione y aplique seguramente repercutirá en el exterior, tanto en el aspecto social como ecológico, lo que finalmente la llevará a la sustentabilidad.
Seguiremos platicando ….
Blog: Atamayon Blogspot
Antonio Rey Tamayo Neyra
Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. Desde 1991 colabora en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de colaborar en otros medios. Desde el 2002 involucrado en la Responsabilidad Social, escribiendo y realizando proyectos editoriales de este tema, y además documentando las actividades de las empresas (tipo caso)
También es profesor de posgrado e imparte capacitación en relacionales laborales.
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México; su preparación profesional posterior incluye un Diplomado en Responsabilidad Social en el Tecnológico de Monterrey, y un Curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña. Actualmente estudia la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña.